SAN SALVADOR — Los salvadoreños elegirán el domingo entre un puñado de candidatos presidenciales que prometen acabar con la corrupción, eliminar la violencia de las pandillas y crear más puestos de trabajo, mientras el favorito en las encuestas espera terminar con tres décadas de bipartidismo.
El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, un centro de estudios con sede en Guatemala, halló grandes similitudes en las propuestas de los cuatro aspirantes. La prioridad en sus agendas es la seguridad pública: alrededor de 67.000 salvadoreños pertenecen a las maras que aterrorizan sus comunidades a través de la extorsión, el asesinato y otras formas de violencia. Los candidatos aludieron a la generación de oportunidades económicas y a la restauración de los valores sociales como vías para disuadir a los salvadoreños de adoptar conductas delictivas.
El favorito en las encuestas es Nayib Bukele, exalcalde de la capital, San Salvador. Bukele basó su campaña en la promesa de crear una comisión para atajar la impunidad y la corrupción. Además propone impuestos a la propiedad y a tierras agrícolas vacías, aranceles más altos a los bienes de lujo y combatir la evasión fiscal.
La elección de Bukele, de 37 años, acabaría con décadas de gobierno bipartidista en El Salvador.
Bukele debutó en política en 2012 con el gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), que surgió de un movimiento guerrillero de izquierdas luego de los acuerdos de paz que pusieron fin a la guerra civil de El Salvador. En la actualidad, es el abanderado de la Gran Alianza para Unidad Nacional (GANA) y desafía el dominio político que impera en la nación centroamericana desde los acuerdos de 1992.
Una encuesta reciente dio a Bukele el respaldo de alrededor del 40% de los salvadoreños, frente al 23% que obtendría el empresario Carlos Callejas, de la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (Arena). Su ventaja sería mucho mayor con respecto al tercero y candidato del FMLN, el excanciller Hugo Martínez.
Más de 4.500 observadores, entre los que habrá representantes de la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea, participarán en los comicios.
Si ninguno de los candidatos logra más del 50% de los votos el domingo, los dos con más respaldo popular se medirán en un balotaje en marzo.
El Salvador es un país pequeño tanto en extensión como en población, con apenas 6,5 millones de habitantes. Cerca de un tercio de los hogares viven en la pobreza y el Banco Mundial señaló que la renta per cápita es de 3.560 dólares. En busca de un nueva vida, muchos salvadoreños se unieron a las recientes caravanas de migrantes que recorrieron México a pie con el objetivo de llegar a Estados Unidos.