POR LILIANA CEPEDA
LA VEGA. A solo 72 horas  de celebrarse el Día de la Virgen de Las Mercedes el Santo Cerro, en  La Vega, está listo  para conmemorar  esta fecha, una de sus festividades más importantes. Justo al pie del Cerro, en la entrada del pueblo, puede sentirse un “aroma” a tradición que contagia a todo aquel que  lovisita.

Se trata de una mística celebración católica, símbolo de fe y espiritualidad para todos los dominicanos, que año tras año se trasladan al Santo Cerro para meditar, dar gracias por los favores recibidos y hacer sus peticiones a la Virgen. Sin lugar a dudas, la devoción a la Virgen de Las Mercedes, Patrona del Pueblo Dominicano, se encuentra muy arraigada en el corazón de los veganos que esperan ansiosos cada 24 de septiembre, día en el que se celebra la festividad de la Virgen de Las Mercedes.

Su culto se remonta a la época de la colonización, allá por el 1500, cuando la imagen de la Santa fue traída a estas tierras polos religiosos mercedarios que acompañaron a Colón en su segundo viaje.

Por muchos años la creencia popular atribuyó a la Virgen de las Mercedes su milagrosa intervención en una batalla que se libró entre españoles e indígenas.

Según  la leyenda, la noche previa a esta batalla se  apareció la Virgen en el campamento de los españoles a quienes aseguró el triunfo en la guerra.

Desde entonces y de acuerdo a la tradición, en agradecimiento, los españoles comenzaron a rendir culto a la Virgen de Las Mercedes. El lugar donde estaba el campamento español se conoce como el Santo Cerro y constituye el primer centro de devoción mariana en América.

Un lugar de Oración

Sor Rosa Acosta explica que el Santo Cerro es un lugar destinado a la  oración. “Tenemos la Virgen de Las Mercedes que significa favores, bendiciones, gracias. Ella es la patrona de la República Dominicana desde 1616 porque es cuando ocurre la primera advocación mariana”.

Con franca admiración, Sor Rosa describe que la Virgen tiene unas cadenas rotas en las manos que significan que rompe con todas las esclavitudes del hombre, los vicios, pecados y violencia. “Viene mucha gente a los pies de ella a traerle sus promesas”, expresa.

La religiosa dice que dentro de las ofrendas que le hacen a la Virgen se encuentran los velones y las flores. Los feligreses llegan a escuchar la misa, y a pedir de rodillas con mucha fe para que se les concedan sus peticiones. Manifiesta que las peticiones son variadas. Las personas vienen con problemas familiares, mujeres que no pueden tener hijos y  con depresiones. También vienen a dar testimonios.

La cruz de Colón

Una leyenda que surge en la época colonial  da cuenta  que  Colón hizo construir en el Santo Cerro una enorme cruz de madera de níspero, dejando plantada la cruz del Nuevo  Mundo. Los indígenas nunca pudieron derribar esta cruz y cada vez que lo intentaban se fortalecía más, lo que hacía pensar que la Virgen de Las Mercedes protegía la cruz, lo que dio mayor fuerza a esta devoción.

 El 24 de septiembre las misas se celebran durante todo el día, desde las  4:30 a.m.  La procesión empieza a las 3:00 p.m y sale de la Iglesia de Las Mercedes hasta el centro del pueblo.

Profunda devoción y respeto por la Virgen de Las Mercedes

LA VEGA. Son muchos los testimonios que guarda la historia de esta devoción a la Virgen de Las Mercedes, desde que los españoles la legaran a la cultura religiosa de la República Dominicana, en especial al pueblo  de la ciudad de La Vega.

De los fervientes devotos, los hay quienes debido a tener una edad avanzada, ya no pueden trasladarse hacia el lugar del Santo Cerro.

  Esto no es obstáculo para no conservar en sus memorias y en sus corazones, todos los momentos en los que visitaban al Santo Cerro para llevar sus ofrendas, peticiones y agradecimientos a la Virgen. Algunos nos dan sus testimonios sobre su devoción por la Patrona de los dominicanos, cuya festividad se conmemora el próximo lunes 24 de septiembre.

Juan Antonio Bueno

 “Yo iba cada día de Las Mercedes. El corazón de Jesús y la Virgen de Las Mercedes es lo más poderoso que hay”.

Antonio Abreu

“Soy devoto de la Virgen de Las Mercedes desde que nací. Me bautizó el padre Fantino en el 1935 y le pedía por la salud”.

Elsa María Rufino de Abreu

“El Santo Cerro es un patrimonio que Dios nos ha regalado. Es un lugar santo para que la gente venga a refrescar la mente. Esa madre está ahí para pedirle y poner todas nuestras necesidades en sus manos. Los nueve días yo los subo, que es un novenario”.

Francisca Bueno

“Yo no voy mucho porque ya estoy muy mayor, pero le pedía muchas cosas a la virgen”.

Vivir la experiencia de visitar a ese importante centro de peregrinación, es un momento que nadie debería dejar pasar. Es muy grato ver como un pueblo se aferra por sentir y preservar su tradición fe cristiana.