El 73% de los efectos negativos que producen las inundaciones  afecta al sector productivo, principalmente a la agricultura. Esta área  requiere de más de RD$350 millones para ser rehabilitada cada vez que sufre por el paso de un fenómeno atmosférico. 

Así lo establece el informe “Puntos Críticos para la Vulnerabilidad a la Variabilidad y Cambio Climático en la República Dominicana y su Adaptación al mismo”, hecho por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), The Nature Conservacy (TNC) y el Instituto de Desarrollo Integral (IDDI),  que  indica que el 22% de los desastres registrados desde 1966 hasta el  2000 están asociados a  fenómenos de las inundaciones.

Las provincias más vulnerables, destaca el estudio, son las que tienen amplias áreas de su territorio ocupadas por las cuencas de los ríos más importantes, tales como el Yaque del Norte, el Yaque del Sur, el Yuna y el Ozama, entre otros: Barahona, Baoruco, Duarte, Montecristi, Santiago, San Juan y Santo Domingo. En un rango menor, aunque con una alta vulnerabilidad, están  Valverde,  Azua, Peravia, Puerto Plata,  La Vega y María Trinidad Sánchez. Las provincias más vulnerables frente a las inundaciones son, por además, las que tienen más bajas  oportunidades de acceso al crédito agropecuario: les aprueban menos cantidad de préstamos y con unos montos menores.

Otro problema crítico que enfrentan es el limitado acceso a los sistemas de seguros efectivos. Diferentes sectores, tales como los bananeros del noroeste, afirmaron que los seguros son tan ineficaces que no garantizan el capital invertido. Por otro lado, los productores se ven afectados por los bajos índices de empoderamiento individual.