El sector externo en el primer semestre

El sector externo en el primer semestre

La economía dominicana ha sufrido en el primer semestre de este año el impacto de la recesión global que se ha manifestado en una caída del sector externo, en una reducción del ingreso de divisas; sin embargo, gracias al descenso de las importaciones y al nivel de inversión extranjera, el déficit en cuenta corriente se ha reducido y afortunadamente estamos saliendo de la tormenta  sin presentar problemas de balanza de pagos.

Las exportaciones nacionales disminuyeron en US$480.2 millones, las de zonas francas en US$483.8 millones, el turismo en US$166.7 millones y las remesas en US$80.1 millones, las cuales en conjunto significaron una reducción de US$1,210.8 millones en el ingreso de divisas como consecuencia del descenso de la demanda mundial por bienes y servicios, así como el impacto del desempleo en los dominicanos residentes en el exterior.

Una caída del sector externo de esa magnitud no se reflejó en problemas de balanza de pagos, más el consecuente ajuste por la vía de la tasa de cambio, gracias a que las importaciones nacionales se redujeron en US$2,307 millones (incluyendo petróleo con US$1,254 millones) la inversión extranjera alcanzó un buen  monto y  esto permitió un déficit en cuenta corriente inferior en US$1,443 millones al primer semestre del 2008 y un déficit global de apenas US$68.7 millones.

Es interesante cómo la inversión extranjera directa alcanzó la suma de US$1,158 millones, cifra récord que solo fue superada el pasado semestre del 2008 (motivada por situaciones especiales como la venta accionaria de una empresa licorera) pero en medio de una contracción mundial del crédito, ese nivel revela la confianza de los empresarios extranjeros en la economía del país.

La RD no presenta problemas de balanza de pagos, sin embargo exhibe una gran brecha presupuestaria por la caída en las recaudaciones, ingreso de recursos externos por debajo de lo estimado, deuda adicional con los generadores eléctricos y la incapacidad fiscal de proporcionar estímulos a la reactivación y en esas circunstancias el acuerdo con el FMI garantiza la entrada de recursos y de paso contribuye a un importante superávit global de la balanza de pagos.

El país está saliendo de la crisis sin problemas de balanza de pagos, manteniendo la estabilidad de los precios y en la antesala de un acuerdo con el FMI que va a mejorar las expectativas,  suministrar recursos frescos para que la política fiscal junto a una monetaria flexible aporte los estímulos al aumento de la demanda agregada.

Nuestros problemas de balanza de pagos son de mediano plazo, cuando inicie la recuperación mundial, aumenten los precios del petróleo y las importaciones; entonces será un imperativo incrementar de manera sostenible las exportaciones, el turismo y la inversión extranjera y entonces caemos en el tema inevitable de la competitividad.

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