El seguro en RD: Mucha espuma y poco chocolate

El seguro en RD: Mucha espuma y poco chocolate

Normalmente, cuando en la prensa se publican informaciones relativas a nuestro mercado asegurador, solo suele resaltarse el volumen de primas cobradas, causando esto un espejismo en lo que respecta a los márgenes y beneficios que realmente se derivan de tan elevadas cifras de primas.

En el año 2009 el conjunto de compañías aseguradoras que operan en nuestro país cobró por ese concepto un total de RD$23,194 millones, lo cual representó un 6.54% de incremento en relación con el año pasado.

Al analizar las informaciones estadísticas correspondientes a las seis principales aseguradoras que constituyen un 84.71% del volumen de primas cobradas, o sea, que representan un total de RD$19,649 millones, nos encontramos con datos muy interesantes que nos pueden ayudar a comprender mejor la forma en que se está comportando en nuestro país el negocio de la aceptación y transferencia de riesgos.

A pesar de esos volúmenes tan significativos, la realidad es que la rentabilidad de nuestra industria aseguradora en conjunto no es tan elevada como parecerían sugerir dichas cifras.

Esto así porque en promedio, de cada peso de prima que cobraron las aseguradoras dominicanas que componen nuestra muestra, éstas tuvieron que dedicar 42.06 centavos al pago de reaseguros, 30.85 centavos al pago de siniestros y 26.32 centavos al pago de gastos generales, administrativos y de adquisición, lo cual solo les dejó un margen de beneficio equivalente a 0.77 centavos por cada peso de prima cobrada, cifra ésta que en términos absolutos representó la suma de RD$152,146,273.

Cuando seguimos revisando los estados consolidados de ese grupo de aseguradoras nos percatamos de que los beneficios por inversión ascendieron a la suma de RD$1,118.3 millones, equivalente a un 5.38% de los ingresos totales, o lo que es lo mismo, a un 5.70% de las primas totales cobradas. Por lo tanto, cuando adicionamos los beneficios por inversión a los beneficios de la operación en sí, es que la utilidad total se incrementa a RD$1,270.4 millones, o sea, de 0.77% a un 6.47% de las primas cobradas, por lo que podemos deducir que el gran motor de los beneficios de la industria aseguradora dominicana son sus inversiones, que generan el 88% de sus utilidades.

A menos que las aseguradoras modifiquen sus políticas de suscripción no vemos la forma en que esos resultados puedan mejorar significativamente al cierre de este año que discurre. Una serie de factores nos inducen a pensar de esa manera.

En primer lugar, las tasas de interés pasivas tanto a nivel local como internacional no dan muestras de una tendencia al alza, sino todo lo contrario.

En segundo lugar, en los últimos meses la siniestralidad del ramo de incendio se ha estado incrementando debido al acaecimiento de varios siniestros importantes de origen no catastrófico; y en tercer lugar, el costo del reaseguro catastrófico se ha incrementado para la mayoría de las aseguradoras a consecuencia de los terremotos de Chile y Haití, no solo porque se incrementó la tasa (rate on line) sino porque muchas aseguradoras incrementaron también los límites de sus protecciones a fin de cubrir un porcentaje más elevado de las acumulaciones de sus retenciones en las zonas de mayor concentración de riesgos, y de esa forma garantizar una protección más efectiva a sus asegurados.

La pregunta del millón entonces es si la conjunción de todos los elementos mencionados anteriormente provocará algún cambio en la forma en que se suscriben los seguros en nuestro país. Cada vez que conversamos con un distinguido amigo asegurador sobre la realidad de su negocio siempre nos refiere su percepción de que el seguro es una actividad en la que se muele mucha caña pero se produce poca azúcar y la verdad es que para muestra solo basta un botón.  En el año 2009 uno solo de los bancos que componen el sistema financiero dominicano obtuvo beneficios antes de impuesto ascendentes a RD$4,166 millones, cifra ésta que equivale a 3.28 veces los beneficios de las seis principales aseguradoras dominicanas que componen el 84.71% de ese mercado. 

Por lo tanto, al analizar concienzudamente la información estadística de que disponemos no nos queda otra opción que darle la razón a nuestro distinguido amigo asegurador, ya que en el fondo, estamos hablando de mucha espuma pero poco chocolate.

La cifra

1,118.3 millones  equivalente a un 5.38% de los ingresos totales, o lo que es lo mismo, a un 5.70% de las primas totales cobradas fueron  los beneficios por inversión de las principales  compañías aseguradoras dominicanas durante el año 2009.

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