El séptimo arte

El séptimo arte

Eran seis, arquitectura, escultura, pintura, música, danza y literatura-poesía, hasta que en 1911 se agregó el cine como séptimo arte, para mí, acertada decisión, porque siempre me ha parecido apasionante y su desarrollo tecnológico maravilloso. Por eso hoy en HOY quiero recomendar a todos los que puedan, en Netflix o por cualquier otra vía, ver la película de factura mexicana “La dictadura perfecta”, cuyo guion, sin tener el autor ninguna conexión con la República Dominicana, sorprendentemente parece haber sido una reproducción de acontecimientos ocurridos en nuestro país, exceptuando los crímenes sangrientos, revelando la valentía de guionistas, productores y actores que usan el séptimo arte como vía de denuncias que sirven de ejemplo a países hermanos y que aquí tenemos que continuar fortaleciendo. Para ejemplo, un botón: en ella se mata una noticia perjudicial para los gobernantes con otra más espectacular o sensacionalista: aquí el dengue mató los 39 millones de dólares del soborno de Odebrecht y César “el abusador” mató el lío del partido gobernante.
José María Vargas Vila fue un escritor colombiano, controversial, pero ingenioso, valiente y sagaz, y en “Los Césares de la decadencia” escribió: …este libro es un diálogo con la posteridad; hago a los hombres del futuro el relato de los gestos y de los hechos de hombres inconmensurablemente pequeños, a quienes sus crímenes hicieron desmesuradamente grandes…” y recuerdo que alguien, en una exagerada manifestación de servilismo, quiso comparar al actual Presidente de la República con Jesucristo, menospreciando la expresión bíblica, en Mateo 22,15-21: “Dad a César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” siendo universalmente aceptado que Dios no puede ser abusador.

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