El sexo de las líneas (2)

El sexo de las líneas (2)

En cambio, sí explica el formato de la Venus Calipigia o calipigea, esto es, la Venus “culona” que se exhibe en el Museo de Nápoles. Esa estatua de Venus fue hallada en la casa del emperador Nerón. (“Kallos”, en griego, quiere decir bello; y “Pygé” significa nalga). Igualmente, las enormes nalgas de las mujeres bosquimanas, en Sudáfrica, que padecen de “esteatopigia”, o sea, sebo en las nalgas. Además, describe las nalgas pequeñas de mujeres flacas y desnutridas, a las que llama “nalguitas de perdigón”; las de mujeres obesas, que clasifica con los nombres de “nalgas como un lío de ropa” y nalgas “de subibaja”; trata de las nalgas largas francesas, que nacen en la parte alta de las caderas y se prolongan “hasta bien entrado el muslo”. Menciona mujeres rústicas que llama “nalguébolas”.

El buen humor de este erotólogo nos ayuda a olvidar los larguísimos apagones y las trapacerías ruinosas de los políticos dominicanos. Dice que hay “nalgas alegres” y nalgas “brincoleras”, “nalgas de repetición”, de la marca “Winchester”, nalgas musicales con el compás de dos por cuatro, de tinajas, acorazonadas, tipo manzana, como las de Elizabeth Taylor. Conviene recordar al lector que las nalgas son una entidad anatómica doble, constituida por músculos mellizos. Solamente los lingüistas escriben nalga en singular. En las Antillas, mayores y menores, la mezcla de razas ha producido una grandísima variedad de nalgas.
El “canon” de la belleza antillana es, como se sabe: “nalgas grandes, cintura estrecha, tetas chiquitas”. Un biólogo que habitualmente acude a cierto restaurante de tapas, declaró que la República Dominicana goza de una pujante “biodiversidad glutea mulata”. Sin embargo, este profesional de las ciencias naturales -enterado de la forma de reproducción de todas las especies- admitió que no conoce “el sexo de la línea curva”, mencionado por Pedro Pablo Fernández. (20/5/2005).
Este escrito, publicado hace once años, fue “rescatado” por un amigo en los copiosos archivos de “Internet”. Opina que la situación del mundo es tan complicada que nos hace perder el buen humor; que los periodistas escriben solamente acerca de asuntos truculentos y sombríos. Lo reproduzco para complacer a esa persona, “colectora de artículos viejos y graciosos”. Únicamente modifiqué el título por ser demasiado largo.

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