El sexo en la tercera edad
Los abuelitos también hacen el amor

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El deseo sexual no desaparece, pero es necesario aceptar los cambios físicos y adaptarse a ellos para vivir una sexualidad plena.

POR ELIZABETH JIMÉNEZ
Hasta hace pocos años se identificaba el envejecimiento con una disminución del interés sexual, pero los médicos aseguran hoy día que ambas situaciones no tienen por qué estar relacionadas. Hombres y mujeres sufren cambios fisiológicos que condicionan la práctica del sexo, pero la pérdida del deseo se debe más a ciertos factores psicológicos, estereotipos, miedos o falsas creencias.

Además de los problemas físicos, también el uso de algunos fármacos muy habituales en la tercera edad pueden dificultar las relaciones sexuales. Todas estas alteraciones tienen solución gracias a eficaces tratamientos que ofrece la medicina actual, pero para disfrutar plenamente del sexo se requiere sobre todo un cambio de mentalidad y aceptar los cambios propios de la edad.

¿Y si tiene más de 60?

El apetito sexual acompaña al ser humano hasta su muerte y muchos estudios demuestran que la líbido no sólo permanece, sino que en algunos casos aumenta a lo largo de la vida. Esto puede crear situaciones contradictorias entre lo que una persona de edad avanzada desea y lo que puede realizar; se tienen apetencias similares a las de los jóvenes, pero el organismo requiere un proceso diferente para lograr la excitación.

No se puede hablar de una edad determinada para referirse a la tercera edad y a los cambios que implica, porque el envejecimiento es algo dinámico que no afecta a todos de la misma forma. Tal y como señala el geriatra Javier Gómez Pavón, “aunque no se puede etiquetar a todos por igual, es importante estudiar cómo afectan los cambios fisiológicos de las personas mayores en sus relaciones sexuales; la mujer los experimenta a raíz de la menopausia y se van acentuando con la edad. En el hombre surgen algo más tarde, a partir de los 60 años. En entonces cuando de forma progresiva pueden comenzar los problemas de eyaculación”.

Las alteraciones en las personas de edad avanzada pueden ser fisiológicas o patológicas, según explica el secretario de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, Gómez Pavón. “Las fisiológicas son las que se producen habitualmente durante el envejecimiento y las patológicas se deben a enfermedades que pueden estar presentes a cualquier edad, aunque son más frecuentes en esta etapa de la vida”, distingue.

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