Un estudio revela que el 72% de las mujeres que superan la cuarentena ha mejorado su experiencia orgásmica durante el acto sexual, y solo 18% no lo ha logrado

Sexualidad femenina no sólo continúa una nueva etapa. Dedícale más tiempo e imaginación. ¡Fuera complejos, y a disfrutar, que ya es hora!

Contrariamente a lo que podría petnsarse, las mujeres gozan del sexo con mayor intensidad pasados los 40 años. Si bien los medios de comunicación y la publicidad se empeñan en endiosar a la juventud y a los cuerpos atléticos, es en la edad madura cuando una mujer disfruta más.

Así lo indican investigaciones como la del centro de Estudios del Envejecimiento, de la Duke University, en Estados Unidos, que desvela que el 72% de las mujeres que superan la cuarentena ha mejorado su experiencia orgásmica durante el acto sexual; solo un 18% cuenta no haber experimentado cambio alguno con la edad. Este mismo trabajo agrega que el 80% de las parejas estables sigue muy interesada por su sexualidad, incluso después de los 70 años, edad en la que la mayoría de los encuestados asegura que su frecuencia de relaciones íntimas es de una vez por semana.

Menopausia: ¿pérdida de libido? Hay cambios que no se pueden ocultar y que tienen que ver con el paso del tiempo y la merma de los estrógenos.

Según la doctora Graciela Moreschi, médico psicoterapeuta, antes la menopausia era algo que ocultaba y hoy ha dejado de ser un tabú, especialmente, porque ya no se ubica al final de la vida, son en la mitad. Hay que hacer hincapié en los beneficios a la hora de disfrutar del sexo, sin complejos. Muchos estudios dan cuenta de que es erróneo unir la menopausia con un gran descenso de la libido, aunque puede bajar, de la misma forma que existen otros cambios con depresión, ansiedad o preocupación por la pérdida de la fertilidad o la juventud.

Si nos quitáramos la connotación social de la menopausia, que atribuye menos potencia en la mujer, mayor irascibilidad y desequilibrio emocional, ésta disfruta mucho más de su vida en pareja y de una manera más relajada.

A partir de los 40 las mujeres tienen muchos encantos y atractivos que atraen al sexo opuesto, punto a considerar si no se tiene pareja. En el caso de tenerla, conviene que es el momento de renovar la vida juntos. Quizás, al no estar tan ansiosos por el sexo como durante la juventud, es posible reencontrarse con más ternura, con abrazos y caricias, que tal vez no se practicaron en su momento. Y vibrar de una manera diferente, pero no por eso menos satisfactoria. Por otra parte y, a fin de desterrar falsas creencias, es bueno saber que la sexualidad no tiene que estar emparentada con delgadez y esencia de arrugar, si bien es el modelo que la publicidad impone. Es cierto que mientras ovula, prima en la mujer un instinto por preservar la especie, y por ello, está quizás más dispuesta al sexo para lograr su reproducción. Pero esto no significa que la libido sólo vaya unida a los estrógenos. Hay muchos factores implicados en el disfrute del sexo: la pareja, el tiempo disponible, el estado de ánimo, la autoestima, su calidad de vida y, sobre todo, cuanto de aferrada esté a los imperativos sociales.

Desmontando mitos

Según la psicóloga clínica y sexóloga María Luisa Lerer, autora de libros como Hacerse mujer, Sexualidad femenina, Mitos, realidades y el sentido de ser mujer, es necesario desterrar la gran cantidad de mitos que existen en torno a la sexualidad, y que se han ido generando a través los tiempos. Por otra parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció, en 1975, el derecho a disfrutar y controlar la propia conducta sexual como un derecho fundamental de las personas. Toma nota de las siguientes creencias y destiérralas de tu cabeza.

Mito 1
La sexualidad se acaba con la menopausia.

La verdad: la pérdida de la regla marca el fin de la vida fértil, pero la sexualidad es otra cosa. Que ya no se pueda tener hijos no significa, de ningún modo, que el deseo y la necesidad de sexo también se acaben. Más bien, todo lo contrario.

Mito 2

Sólo en la juventud se goza una buena sexualidad: la verdad: este es un mito muy arraigado. Existe un enorme prejuicio cultural que impide aceptar que la mujer madura sea sexualmente tan deseable como una joven. Los medio de comunicación tienen su cuota de responsabilidad, ya que presentan siempre la sexualidad unida a cuerpos jóvenes.