El Show de Luisito

El Show de Luisito

POR MARIVELL CONTRERAS
Luisito Martí se mantiene como la principal oferta de diversión de el Nigth Club de El Maunaloa con su espectáculo de humor: Luisito es un Show.

Luisito es un show de personajes que cuentan, desde sus propios y altamente conocidos perfiles, historias alegóricas con las que se reafirman sus tragedias personales.

Eso es lo que hace Luisito en su show. Contar situaciones y cuentos, muchos de ellos conocidos, pero con una gracia, dentro de la desgracia, que pone inmediatamente el público a sus pies.

La gente que va al Maunaloa se ríe con verdaderas ganas de la tragedia de Casimiro, de las peripecias sin final feliz de Balbuena, del chinito que se desdobla y del viejo que no puede levantar más que el bastón.

En sentido general, Luisito es un Show, mantiene al público pendiente del escenario, de cada una de sus salidas e idas y de las situaciones que presentan en cada pausa de Martí, su hijo de Robert Luis y Fifi Almonte.

Estos, además de los ya conocidos cortos de humor hecho de sonidos, luces y gestos, sirvieron en más de una oportunidad de apoyo a las distintas caracterizaciones del personaje principal, Luisito Martí, delante y detrás de los personajes creados.

Todo discurre de manera rápida y no cansona. Las carcajadas se suceden y Luisito aparece y reaparece en escena monologando chistes y recreando casos de la vida diaria y común de la gente que la gente celebra –aunque algunas veces ya los haya oído antes-.

Bien apertrechado con escenografía y utilerías, Luisito Martí se crece como figura del humor y valida una y otra vez el viaje.

Es con Balbuena que Luisito dice adiós al show, pero de una forma tan inesperada que probablemente necesite cambiar el final, para que cuando llegue la magia en la que desaparece como Balbuena y aparece de frac como la estrella, el público se desborde instintivamente entre la risa y el reconocimiento a su loable labor.

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