El Sida y la circuncisión

El Sida y la circuncisión

Léase la siguiente oración en voz alta y obsérvese cómo los hombres a su alrededor cruzan involuntariamente las piernas:

¿Cómo se convence a un hombre adulto que se haga la circuncisión?

 Respuesta: no es fácil, incluso en Estados Unidos, donde se circuncida la mayoría de los varones después del nacimiento.

 Ahora que tres investigaciones médicas en Africa han demostrado que la circuncisión protege los hombres de contraer el VIH, y que la Organización Mundial de la Salud las respalda, los médicos en salud pública de otras partes — incluida la Ciudad de Nueva York — están contemplando si deben recomendarla. Entonces viene la parte difícil, cómo vender la idea.

Desafortunadamente, los datos de Africa no se traducen en forma adecuada. Esas investigaciones se hicieron en hombres heterosexuales de países donde el virus está en todas partes, donde prácticamente no hay educación de la sexualidad, y los condones se interponen en el camino de la necesidad de tener hijos.

En Estados Unidos, la epidemia del sida es muy diferente. Los grupos de mayor riesgo son de los hombres que tienen sexo con hombres (ya sea abierta o secretamente, o incluso por la fuerza), gente que comparte agujas, y mujeres que, con frecuencia sin saberlo, tienen sexo con hombres de alto riesgo. Aun cuando el sida ha matado gente en Estados Unidos durante 25 años, no se ha convertido en una epidemia generalizada como sucede en Africa. La educación de la sexualidad, los condones, la abstinencia, los medicamentos antirretrovirales y el temor a la muerte lo han concentrado en gran medida en bolsas reducidas de población.

Y es probable que la circuncisión no le haga mucho bien a la mayoría de esas personas. Podría ayudar a proteger gais que son exclusivamente “activos” — es decir, sólo tienen sexo anal con penetración y nunca son receptores. Presumiblemente, ayudaría hombres que tienen sexo con mujeres infectadas. Podría ayudar mujeres que eligen hombres circuncidados, pero eso ni siquiera fue probado con las investigaciones africanas, que tuvieron que detenerse muy pronto debido a que el beneficio para los hombres era demasiado evidente.

Debido a todo esto que no se sabe, ninguna autoridad médica estadounidense, desde el Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York hasta la Asociación Urológica Estadounidense, tiene todavía una política sobre la circuncisión en adultos.

 Y, además, no ha habido una oleada de demanda.

“No hemos recibido muchas llamadas”, dijo Noel Alicea, un vocero de Crisis de salud de gais, una red de apoyo para pacientes de VIH sida.

“Ni una sola”, dijo Tokes Osubu, director ejecutivo de Gais de ascendencia africana.

“Unas cuantas”, dijo Mark McLaurin, director ejecutivo de la Red de gais negros del estado de Nueva York. “En las primeras, se quería estar seguros de que no iba a ser obligatoria. Y también hubo otros que dijeron: ‘Dígame más, qué tanto reduce esto mi riesgo?”’.

McLaurin dijo que aconsejaría a la mayoría de los gais de “esperarse hasta tener más datos”.

Sin embargo, agregó: “para alguien que es predominante o exclusivamente activo, y decía que en realidad le resultaba difícil reducir su riesgo practicando sexo seguro, me resultaría muy difícil no recomendarla”.

Sin embargo, agregó rápidamente que está seguro de que pocos hombres en su red la querrían.

“Incluso, se nos ha dificultado mucho reclutar negros y latinos para investigaciones de vacunas”, dijo.

“Debido a todo desde Tuskegee en adelante”, explicó — refiriéndose al notorio experimento médico en el que dejaron de darle tratamiento a negros que padecían sífilis durante décadas —, muchos negros estadounidenses no confían en la élite médica.

En Africa, es relativamente fácil convencer hombres para que se hagan la circuncisión, dijo Daniel Halperin, investigador de sida de la Escuela de Salud Pública de Harvard que ha entrevistado cientos de africanos sobre sexo, sida y costumbres locales.

Algunas tribus circuncidan adolescentes para darles la bienvenida a la virilidad. Muchos hombres que no pueden obtener suficiente agua para bañarse con regularidad piensan que el prepucio no es higiénico. Y algunos, expresó, “dicen que los hombres circuncidados se quedan con todas las mujeres” debido a la creencia generalizada de que, con sensaciones ligeramente atenuadas, pueden hacer el amor por más tiempo.

 

(El efecto de la circuncisión en el sexo es un tema candente en Estados Unidos debido al cabildeo contra ella, reducido pero elocuente. El principal centro del cabildeo es en informar padres de bebés varones, pero tiene grupos filiales, como los “completos” que insisten en que el sexo con hombres sin circuncisión es superior, el “movimiento de restauración del prepucio” que usa cinta, pequeñas pesas y resentimiento contra los padres.)

En adultos, la circuncisión tarda alrededor de 30 minutos, dijo el doctor Craig Niederberger, jefe de cirugía reproductiva en varones de la Universidad de Illinois en Chicago. Es un procedimiento para pacientes externos y, como el trabajo dental, se puede hacer con inyecciones locales de Novocaína.

“Pero con muchos hombres”, agregó, “si se usa las palabras ‘escalpelo’ y ‘pene’ en la misma oración, dicen: ‘¡póngame a dormir!’. Así es que la hacemos con anestesia general”.

No hay estimaciones nacionales oficiales de cuántos adultos se hacen la operación cada año.

La mayoría de sus pacientes padecen fimosis o blanitis, un prepucio dolorosamente estrecho o glande irritado, que pueden hacer crisis si se bloquea la micción.

Sin embargo, debido a que ejerce en un vecindario negro de Chicago, algunos de sus jóvenes pacientes saludables son voluntarios — quizás el único grupo demográfico de negros que actualmente hacen fila para la operación. Se convirtieron al islam, que requiere la circuncisión.

“Llegan muy comprometidos”, dijo. “Es una decisión personal que es muy fuerte”.

Una vocera de la Nación del Islam, el grupo de musulmanes negros que también tiene su sede en el sur de Chicago, dijo que supuso que muchos adherentes habían sido circuncidados al nacer, “pero no soy la persona adecuada a la se le deba preguntar”, agregó. Un funcionario al que ella sugirió para solicitarle un comentario no regresó una llamada telefónica.

De cualquier forma, al parecer esa es la respuesta: mientras se hacen más pruebas, se va a requerir que se trate de una urgencia médica. O de la intervención divina.

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