El siempre saludable y refrescante coco

<p>El siempre saludable y refrescante coco</p>

POR CAROLIN GUZMÁN
¿Quién puede resistirse a una deliciosa comida con coco? Lo más seguro es que nadie puede hacerlo.

Ya sea en platos dulces o salados, el coco con su exquisito sabor natural es una de las frutas más utilizadas en el Caribe para la preparación de suculentos menús, sin que se escape el continente asiático, donde la presencia del coco en los curries de las altas cocinas es tan común como apreciarlo en las mesas dominicanas.

Y es que el coco tiene un sabor tan peculiar que desde pequeños nos hacemos amantes de esta fruta, prefiriéndola en deliciosos postres, como son el dulce de coco con leche, el flan de leche con coco, las habichuelas con dulce, las arepas, el coco horneado y las galletas, lo que despierta muchas veces ansiedad en nosotros y pecamos al comer más de la cuenta, pero el momento de degustarlo es tan agradable que nos olvidamos de todo. Es luego de sentirnos satisfechos, que nos viene el arrepentimiento y la culpa y solo atinamos a decir “he abusado de mi organismo”.

Pero realmente el coco es tan saludable, que si no hacemos un uso excesivo de éste, puede servirnos de gran valor nutritivo.

El coco, al poseer sustancias como calcio, fósforo y magnesio es rico en sales minerales que ayudan a la fortificación de los huesos y dientes, además colabora en la transmisión del impulso nervioso y en la actividad muscular normal, como también en el metabolismo energético.

Otros nutrientes importantes que se destacan en esta fruta, son la fibra y el potasio. La primera mejora el tránsito intestinal y contribuye a reducir el riesgo de algunas alteraciones y enfermedades. La segunda interviene en el equilibrio del agua dentro y fuera de la célula.

Para que nuestro organismo se mantenga en buen funcionamiento es necesario consumir vitaminas de acción antioxidante y ciertas vitaminas hidrosolubles del grupo B, además de vitamina E, la cual participa activamente con un alto grado de concentración en esta rica y exuberante fruta silvestre.

El coco, además de su rico valor nutritivo, tiene un gran poder curativo, pues tanto la leche como la pulpa son estupendas a la hora de preparar remedios caseros, siendo muy efectivos contra múltiples enfermedades.

 La pulpa del coco es muy útil para combatir los trastornos nerviosos, la debilidad, la falta de memoria y el agotamiento. Además es un excelente depurativo para la sangre, debido a sus componentes con propiedades bactericidas.

Expertos aseguran que consumir uno o dos cocos al día son suficientes para alimentar a una persona durante su larga jornada laboral, esto así, por su alto contenido en aceite, agua vegetal y albúmina.

El agua de coco, además de refrescar y aliviar tensiones, es perfecta para las afecciones del riñón, por los minerales y proteínas que posee, siempre y cuando el agua se tome inmediatamente después de abrir el fruto.

Son tantas las maravillas del coco, que es casi imposible que no se nos quede algunas por mencionar, debido a la gran variedad de sus usos.

A continuación ofrecemos una receta a base de este sin igual fruto que  le endulzará no solamente el paladar sino también el alma.

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