El síndrome premestrual

El síndrome premestrual

El síndrome premenstrual (SPM) es un síntoma o un conjunto de síntomas que se presentan regularmente en relación con el ciclo menstrual, los cuales se inician de 5 a 11 días antes del comienzo de la menstruación y desaparecen con la menstruación o poco después.

CAUSAS, INCIDENCIA Y FACTORES DE RIESGO

No se ha identificado una causa exacta del síndrome premenstrual; sin embargo, puede estar relacionado con factores sociales, culturales, biológicos y psicológicos. Este síndrome se puede presentar con una función ovárica aparentemente normal (ciclos ovulatorios regulares).

Se estima que el síndrome premenstrual afecta hasta el 75% de las mujeres durante los años en que pueden procrear.

Es más frecuente en mujeres entre finales de la década de los 20 y principios de la de los 40, en las que tienen al menos un hijo, las que tienen antecedentes familiares de trastorno depresivo grave, o mujeres con antecedentes de depresión posparto o un trastorno afectivo.

Hasta el 50 a 60% de las mujeres que sufren SPM severo tienen un trastorno psiquiátrico subyacente.

SINTOMAS

Un amplio rango de síntomas emocionales y físicos han sido asociados con el síndrome premenstrual. Por definición, tales síntomas deben ocurrir durante la segunda mitad del ciclo menstrual (14 días o más después del primer día del período menstrual) y estar ausentes durante alrededor de 7 días después que finaliza el período menstrual (durante la primera mitad del ciclo menstrual).

Los síntomas más comunes abarcan:

• Dolor de cabeza
• Inflamación de los tobillos, pies y manos
• Dolor de espalda
• Pesadez o cólicos abdominales
• Dolor abdominal
• Llenura abdominal, sensación de gases
• Espasmos musculares
• Sensibilidad en las mamas
• Aumento de peso
• Herpes labial recurrente
• Brotes de acné
• Náuseas
• Distensión
• Estreñimiento o diarrea
• Disminución de la coordinación
• Deseos vehementes por alimentos
• Menor tolerancia al ruido y las luces
• Menstruación dolorosa

OTROS SÍNTOMAS ABARCAN:

• Ansiedad o pánico
• Confusión
• Dificultad para concentrarse
• Tendencia al olvido
• Deterioro del juicio
• Depresión
• Irritabilidad, hostilidad o comportamiento agresivo
• Aumento de los sentimientos de culpa
• Fatiga
• Movimientos letárgicos, lentos y perezosos
• Disminución de la imagen de sí mismo
• Cambios o pérdida del impulso sexual
*        Paranoia o aumento de los miedos
*        Baja autoestima

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