El sistema de partidos políticos en un hilo

El sistema de partidos políticos en un hilo

Ningún partido muestra solidez y todos enfrentan grandes desafíos

La República Dominicana es uno de los pocos países de América Latina donde, en los últimos 40 años, predominó un sistema de partidos políticos relativamente estable.

La estabilidad de un sistema de partidos en una democracia electoral no se refiere necesariamente a que los partidos sean ejemplo de democracia interna, sino a que se mantengan en el tiempo con posibilidad de competir electoralmente, y que los cambios en las estructuras partidarias ocurran sin llegar al colapso del sistema de partidos. Lo deseable, no obstante, es que los partidos se modernicen y democraticen con el tiempo.

Desde la transición dominicana a la democracia electoral de 1978, hasta el 2013, tres partidos dominaron el sistema político dominicano: PRSC, PRD y PLD.

En la primera etapa (1978-1986) dominó el bipartidismo con el PRSC y el PRD como partidos dominantes del sistema. El PLD se formó en 1973, pero solo comenzó a despegar electoralmente en 1986.

En la segunda etapa (1990-2000) dominó el tripartidismo por el ascenso electoral del PLD, producto del declive del PRD después de ocho años de gobierno (1978-1986) y, más tarde, del debilitamiento del PRSC en el ocaso de la vida de Joaquín Balaguer.

En la tercera etapa (2004-2012) se produjo el colapso electoral del PRSC y volvió el bipartidismo con el PLD y el PRD como partidos principales.

En la cuarta etapa (2013-2020), la división del PRD de 2014 produjo entonces un bipartidismo debilitado con el PLD como partido dominante y el nuevo PRM en la oposición.

La actual quinta etapa se caracteriza por la división y derrota del PLD, el surgimiento de la Fuerza del Pueblo, producto de la división del PLD, y el ascenso del PRM al poder. El PRM podría considerarse ahora el partido dominante, pero no lo es porque apenas ascendió al poder y no traía mucha fortaleza partidaria.

El PRM proviene de una división y heredó votos del perredeísmo que, en las elecciones de 2020, logró acompañar del apoyo de capas medias urbanas para construir la mayoría que llevó al triunfo.

La posibilidad del PRM de constituirse en partido dominante como lo hizo el PLD en años anteriores dependerá de su gestión en el poder.

En todas las elecciones desde 1978 a 2020, más del 90% de los electores depositaron su voto presidencial por los partidos principales del sistema: PRSC, PRD, PLD o PRM, con las variantes de combinaciones electorales correspondientes en cada etapa.

Es decir, a pesar de las divisiones de los tres partidos históricos (PRSC, PRD y PLD), el sistema político ha preservado hasta el momento la concentración del voto.

Cuando el PRD se debilitó a fines de la década de 1980, el PLD entró a ocupar el espacio electoral. Cuando el PRD se recuperó electoralmente a mediados de la década de 1990, Balaguer, ya en su final político, apoyó al PLD para que compitiera con el PRD.

El PRSC y el PRD han colapsado electoralmente. Su repunte solo ocurriría si aparece en el futuro una figura carismática que utilice una de esas franquicias para ascender políticamente.

El PLD inicia ahora su proceso por recuperar lo perdido. La Fuerza del Pueblo lucha por abrirse camino captando una parte del peledeísmo. El PRM enfrenta el desafío de consolidarse como partido a partir de una gestión de Gobierno en medio de una pandemia con grandes secuelas económicas.

En resumen, el sistema de partidos políticos dominicano opera ahora en un hilo. Ningún partido muestra solidez y todos enfrentan grandes desafíos.

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