Carmen Matos
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El rector de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD), padre Ramón Alonso, propuso ayer la necesidad de replantear el sistema educativo nacional para incluir una mayor oferta de carreras técnicas.
Lamentó que en el país no exista un nivel educativo post secundario que no sea la universidad, tras considerar que la educación universitaria no es para todos sino para los que están capacitados y motivados.
Al participar en el almuerzo semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio, Alonso indicó que los demás deben encontrar una respuesta a sus necesidades de formación en las políticas nacionales educativas.
El salesiano calificó como un error la eliminación de las antiguas escuelas de peritaje, ya que, a su juicio han contribuido a que las universidades se conviertan cada vez más en escuelas de parados o desempleados.
Es un crimen nacional que jóvenes dediquen cuatro años de su vida a una profesión que no van a ejercer nunca, afirmó.
Problema cultural. El poco impulso y desarrollo de las carreras técnicas en el país se debe en gran medida a un problema cultural, ya que a quien no le dicen licenciado, no es nadie.
Con esta frase, el catedrático resumió la tendencia de ver como inferiores a las personas que se dedican a oficios que se aprenden fuera de las aulas universitarias.
Subrayó que todo el mundo puede hacer algo, aunque sea fuera de la universidad y que obreros, carpinteros y plomeros son tan necesarios como abogados y mercadólogos.
Selectividad. El rector universitario sostuvo que las instituciones de educación superior locales necesitan reforzar los métodos de selección estudiantil, de forma que avancen de los exámenes de admisión a filtros que se apliquen a un quinto y octavo semestre.
Subrayó que la medida, serviría para confirmar los resultados que obtengan los estudiantes en la primera evaluación.
Se debe aprovechar al sector privado
El rector de la Universidad Católica de Santo Domingo (UCSD) manifestó ayer la necesidad que el gobierno y las autoridades de educación aprovechen al sector privado como una herramienta valiosa para enriquecer al sistema educativo.
Me parece que estamos perdiendo un potencial enorme por no darle más atención al sector privado, subrayó el padre Ramón Alonso al participar en el almuerzo semanal del Grupo de Comunicaciones Corripio.
Aseguró que si la participación del sector privado en la educación nacional desapareciera por completo el sistema en su conjunto se ubicaría bajo cero.
Recordó que hasta hace muy poco más del 90 por ciento de la educación nacional correspondía al sector privado, que tomó la iniciativa de implementar y desarrollar ese nivel educativo en el país.
El acercamiento del gobierno con el sector privado no sólo se extendería al apoyo logístico y económico, según evaluó Alonso, sino que además se traduciría en un mayor nivel de respeto y atención.
Evaluó que el porcentaje de colegios privados que existen en el país y la contribución que hacen a la educación nacional, no se corresponden con el tamaño de la dependencia que ocupan en la sede de la secretaría de Educación.
A su juicio el poco espacio que tienen disponible les impide trabajar dentro de un ambiente de creatividad e innovación.
Alonso también calificó de innecesario que se trate a las instituciones educativas privadas en forma separada dentro de la estructura del sistema educativo nacional, tras considerar que el aporte de ese sector ha sido siempre fundamental.
Dijo que el agradecimiento del gobierno para con ese sector debe ser mayor, ya que el presupuesto nacional en educación no alcanzaría sino fuera por la intervención que tiene el sector privado.
En ese orden refirió que la subvención pública que entrega el estado a las universidades se traduce más bien en una entrega de becas de estudio que en un apoyo económico per se, debido a las trabas que para la inversión de esos fondos imponen las autoridades a las universidades locales.