El sistema educativo necesita ser educado

El sistema educativo necesita ser educado

La lucha cívica que libró el pueblo dominicano  porque se asignara en el Presupuesto de la Nación el equivalente al 4% del PIB para la educación, se vio coronada al fin por el éxito el presente año.

Pero todavía quedan muchos escollos por salvar para que eso se traduzca en una mejoría sustancial progresiva para la población.

En primer lugar, debemos  tener presente que en términos internacionales esa inversión  es aun más baja que en  la mayor parte de los países de la región, pero es un gran paso si se adoptan políticas conducentes a aprovechar al máximo esos recursos para mejorar aquellos aspectos que  son vitales para reencausar la formación de los dominicanos sin exclusiones.  He aquí  algunas:

1. Deben construirse escuelas bien emplazadas de carácter modular, para así ampliarlas en la medida que crece la demanda de estudiantes, en estilo sobrio y sólidas, sin pretensiones de hacer palacios como otrora, para que el dinero no se gaste casi solo en la construcción de aulas.

2. Reestructurar el Ministerio de Educación, eliminando puestos y oficinas superfluas que no trabajan ni dejan que se desarrolle una mística de trabajo.

3. El iniciar con una minoría de escuelas con horario extendido, dejando las demás con el tradicional de tres horas y media, solo se justificaría como plan piloto por un año, porque de lo contrario se crearían grandes desajustes y descontentos que podrían dar al traste con el plan, tal como sucedió con el Plan de Reforma de Educación media,  que terminó fracasando.  En casi todas las escuelas se podría implementar un horario aumentado a 6 horas en dos jornadas, de 7:00 am  a  7:00 pm, por lo menos hasta que se construyan nuevas aulas.

4. La formación y estatus de los nuevos maestros debe ser la máxima prioridad del sistema, que debe incluir un salario superior al valor de la canasta familiar para los de nuevo ingreso y aumentos progresivos por méritos y de acuerdo al costo de la vida. A los directores y maestros principales de  escuelas rurales, sobre todo, debe suministrárseles también facilidades de vivienda decentes.

5. A los maestros de Matemáticas y Lengua Española desde los primeros años; y a los de Ciencias Naturales y Sociales a partir del 5to. curso, debe pagárseles un incentivo por su compromiso con la calidad.  En el bachillerato además se debe incentivar a los maestros de idiomas y de computación, para asegurar la formación del alumnado para el mundo de hoy.  Cabe en algunas áreas emplear maestros extranjeros bien formados por tiempo limitado, para incorporar sus capacidades.

6. A los estudiantes debe ofrecérseles almuerzo sencillo pero alimenticio (emparedado con salami  y jugo o leche) fácil de preparar.  Lo mismo que,  útiles y en algunos casos uniformes y transporte.

7.  Por último y no menos importante, establecer un sistema de inspección y supervisión  de enseñanza para que los alumnos, padres, maestros y directores sean inducidos a contribuir eficazmente a que ese esfuerzo nacional conduzca a forjar una nueva generación de dominicanos aptos para incorporarse a una sociedad cada vez más compleja y competitiva como la presente, y dotarlos de una moral e   identidad nacional bien orientadas.

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