El sortilegio del Lago del Sol y la Luna cautiva a los visitantes

El sortilegio del Lago del Sol y la Luna cautiva a los visitantes

Nantou county, República China de Taiwán.- Antes de arribar a Taiwán, mi editora en jefe me dijo lo siguiente: “Asia conjuga lo material con lo espiritual”. Estas palabras se grabaron en mi memoria, pero no las entendí hasta que me atrapó el sortilegio de Sun Moon Lake, traducido al español como el Lago del Sol y la Luna.

Eran las 8:00 de la mañana cuando arribamos a la estación principal del tren de alta velocidad de la ciudad de Taipéi, para partir hacía el condado de Nantou, ubicado en el centro de Taiwán, el segundo más grade después de Hualien County.

El trayecto a bordo del tren bala se toma unos 45 minutos.

Luego de realizar algunas visitas, nos trasladamos hacía el encantador Lago del Sol y la Luna.

Su vista, espectacular, tiene la serenidad como característica principal y su magia es especial, única, encantadora. Si eres amante del turismo ecológico, este lugar se presta para vivir una experiencia muy cercana con la madre naturaleza.

Impresionantes paisajes, que parecen plasmados en alguna obra pictórica, conjugan lo natural con lo moderno en un destino que te incita a desconectarte, sacar el chip del estrés del mundo y hacer introspecciones mentales y espirituales, que te llevan a pasar balance de la vida.

Miles de personas se trasladan a diario a visitar este lugar al cual me atrevo a catalogar como una de las siete maravillas de la naturaleza.

Un mirador peatonal, con 200 metros aproximadamente, te permite recorrer gran parte del lago, ya sea en caminata o en bicicleta, en familia o en pareja y disfrutar de un espectáculo visual poseedor de una exuberante flora y fauna autóctona, protegido para manejar las gélidas temperaturas en tiempo de invierno, un paraje digno de contemplar y fotografiar.

Otro de los atractivos de este mágico lugar son sus embarcaciones, las cuales te desplazan de una senda a otra para realizar excursiones rodeando todo el lago.

En cuanto al nombre, según explicaron los guías, se debe a que la parte de este del lago parece un sol, y su parte oeste tiene forma de luna.

Este atractivo cultural y turístico es el más popular de Taiwán y es el hábitat de los pocos integrantes que quedan de la tribu Thao, quienes viven en una pequeña reserva, en uno de los bosques del área sur, en un conjunto de casas de madera parecidas a bungalows, que puede ser visitado, siempre que vaya con actitud de respeto hacia sus habitantes.

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