Las influencias del estilo zen en la decoración son una de las tendencias más vanguardistas en la actualidad. Este concepto, que tiene origen en prácticas religiosas orientales, es la representación perfecta de la quietud y apacibilidad en los espacios.

La conexión con la filosofía zen es indispensable para comprender mejor este estilo: zen deriva de una palabra sánscrita que significa meditación y se refiere a una filosofía relacionada con el budismo, que se enfoca en lograr la “iluminación” y la paz interior a través de una vida meditativa.

Estas ideas se llevan a la vida cotidiana, creando ambientes sosegados, que invitan a liberar el espíritu.

Líneas puras.  La sencillez es la característica principal de este estilo que rehúye por completo las curvas y cualquier asomo de exuberancia.

Pero además de dar una agradable impresión visual, también procura dejar la mayor parte de espacio libre para que las personas puedan moverse libremente por la estancia.

Por esto los detalles decorativos son pocos, aunque seleccionados con mucho cuidado.

Por ejemplo, los muebles que se utilizan para recrear espacios zen son aquellos con un diseño sumamente simple, de baja altura y líneas rectas, y si tienen partes en madera, casi siempre ésta conserva su color natural.

Colores y materiales. Los tonos neutros son los preferidos, especialmente los que van del ocre al beige, pero incluyendo también el blanco. Entre los elementos más utilizados están la madera, el cristal y las piedras, los cuales aportan toques de naturalidad a la estancia.

Digamos que podría colocar un jarrón de cristal con grava o arena en su interior. Eso  sería suficiente para utilizarlo de adorno en el tope de una mesa, y si decide cambiar el azulejo tradicional por piedra para decorar el baño, podrá extender el estilo zen a otros espacios del hogar. Allí, opte por colocar tuberías de metal y cristal esmerilado en las ventanas.

Los pisos, en vez de cerámica, se prefieren de madera o piedra natural, y se decoran con alfombras de pelo largo, para que la textura dé un ligero toque de movimiento.

Otros detalles.  La luz se coloca siempre indirecta y muy tenue, para lo que se aprovechan las lámparas de halógeno.

A la hora de colocar complementos decorativos piense en alguno que tenga agua fluyendo o un hermoso bonsái. 

Las claves

1. Sencillo

Busque los muebles y elementos más sencillos, preferiblemente los de líneas rectas.

2. Materiales

Pisos de piedra natural o madera. La madera de haya es muy utilizada para crear espacios zen. El cristal esmerilado refleja el fluir del agua.

3. Nada en demasía

Las paredes, incluso, pueden estar vacías, pero si va a colocar algo, que sea un marco sencillo que no llame mucho la atención.