Bogotá.– Ni los ataques más sofisticados han logrado destronar de la cima de la ciberdelincuencia al clásico y molesto spam, una táctica de correo basura que sigue más viva que nunca y que actualmente ha llegado a niveles no vistos desde 2010.
Esta práctica representa ya casi dos tercios (65 %) del volumen total de correo electrónico en el mundo y, de este, entre el 8 % y 10 % pudo clasificarse en 2016 como malicioso, según reveló esta semana la tecnológica Cisco en su Reporte Anual de Ciberseguridad 2017. Dicho aumento no es gratuito.
El poderío del spam sube a cada segundo gracias a su probado éxito para infestar buzones con mensajes anónimos o promocionales, además de un número creciente de incautos que da clic en esos e-mails en la bandeja de entrada.
“Es una realidad. El volumen de spam está aumentando, a menudo propagado por grandes y prósperos ‘botnets’ (programas maliciosos que forman una red). Su éxito se debe a que nunca ha desaparecido. Es la forma de ataque más fácil”, explicó a Efe Ghassan Dreibi, gerente de desarrollo de negocios en Latinoamérica de Cisco.
También se ha advertido de que los atacantes o “hackers” parecen estar experimentando con una amplia gama de tipos de archivos para ayudar a que sus campañas tengan éxito, sobre todo aquellos que emulan comunicaciones gubernamentales o multas.