A medida que los servicios en streaming han ido ganando terreno en los últimos tres o cuatro años, la situación de la industria discográfica se ha revertido: de una caída en las ventas se ha pasado a una reactivación.
Según una agencia de gestión de licencias, las discográficas independientes recaudaron 1.000 millones de dólares equivalente a 839 millones de euros a través de los servicios digitales en streaming, publica Financial Times.

Las suscripciones a estos servicios, donde pagan diez dólares al mes por tener acceso a unos 30 millones de canciones, han estimulado los ingresos de toda la industria musical. En el caso de Beggars, la discográfica generó unos ingresos de 71 millones de dólares el año pasado.

Merlin, un consorcio de discográficas independientes, que representa a 20.000 artistas, anunció que las ventas anuales se han multiplicado por ocho en cinco años. Así, la compañía alcanzó una cifra cercana a los 400 millones de dólares en 2016.

Martin Mills, dueño de la discográfica Beggars Group, cree que la competencia es más equitativa dentro de la música digital. Cuando Mills fundó su discográfica en un sótano londinense en 1976, la grabación musical se realizaba sólo en vinilo. Con el tiempo, la distribución musical evolucionó desde los CDs a las descargas digitales para, finalmente, distribuirse en streaming. Servicios como Spotify están ayudando a las discográficas independientes como Beggars a competir frente a las grandes compañías, que durante años han ostentado el poder en la industria.

Los servicios en streaming dan la posibilidad a las pequeñas discográficas de llegar a un público más amplio y ahorrar en gastos de edición y distribución de CDs. Este último punto fue un obstáculo en el pasado, que ayudó a mantener el triunvirato de Universal Music, Sony y Warner en el mercado mundial.

Mills fundó Beggars cuando un grupo punk, que había estado ensayando en el sótano de su tienda de discos, le pidió ayuda para distribuir su música. Beggars fue creciendo hasta convertirse en una de las discográficas independientes más importantes del mundo.
Pero la discográfica sigue teniendo problemas a la hora de distribuir su música en mercados menos desarrollados, como México.