El subsidio del boa.- La malcriadeza de los transportistas, negándose a rebajar el pasaje a pesar del descenso sostenido en los precios de los combustibles, ha puesto al desnudo un negocio redondo; o mejor dicho, un gigantesco desaguadero que se traga miles de millones de pesos de dinero público que va a parar a los bolsillos de los transportistas a través del subsidio a los combustibles. Y lo peor del caso es que las denuncias sobre el mal uso que le se está dando a ese combustible, buena parte del cual va a parar al mercado negro, proviene de sus propios beneficiarios, como es el caso de Antonio Marte, presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte (Conatra). O peor todavía, de funcionarios cuya responsabilidad fundamental es, precisamente, fiscalizar el uso de los recursos públicos, verbigracia el senador por San Cristóbal Tommy Galán, presidente de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta, quien dijo que el Senado está muy preocupado por la situación y a la espera de los informes que solicitó a los ministerios de Hacienda y de Industria y Comercio para saber quiénes se están beneficiando de esos combustibles y los volúmenes que reciben. Mientras tanto, el Ministro de Industria y Comercio, haciendo el papel de “policía malo”, advierte a los transportistas que debido a su negativa a bajar la tarifa de los pasajes el gobierno se verá en la obligación de revisar la política de subsidios al transporte público, pero su advertencia no asustará a un tigueraje que ya estaba haciendo de las suyas en las calles cuando el ministro era todavía un niño de teta. Porque lo cierto es que el gobierno no tiene ninguna intención de eliminar la “ración del boa” que entrega a los transportistas a cuenta de la paz social, pues como bien recordó Tommy Galán, en el Presupuesto General del Estado del 2015 está proyectado un gasto tributario de unos 30 mil millones de pesos de subsidios a los combustibles. A quien Dios se lo dio…