El sueño de Mario

El sueño de Mario

El desbordante entusiasmo de una prensa que lo respeta, lo felicita y lo elogia con  emoción, hace que el encuentro virtual de prensa de Mario Vargas Llosa con Latinoamérica no sea tan frío como una voz que contesta desde la lejanía sobre lo que espera: su nueva novela.

Una iniciativa de Alfaguara, cuya sede en Madrid sirvió de asiento al Premio Nobel 2010 Mario Vargas Llosa para una rueda de prensa telefónica multinacional en la que el tema principal debía ser su nueva novela “El sueño del Celta”. Esta novela,  felizmente llega en el momento en que el mundo celebra que el onceavo Nobel de literatura haya sido para este  escritor de la lengua española, quien lo recibirá el próximo 10 de diciembre en Estocolmo.

Es que este peruano-español -por decisión-, además de ser un gran constructor de historias, es  un gran amigo, crítico y observador de las distintas realidades políticas y sociales de Latinoamérica, por lo que en él, la mayoría de estos lares se siente representada. Así, que tuvo que tomar la decisión de morir ante la idea de que  Alberto Fujimori o Hugo Chávez le salvaran la vida.

Opinar de las corridas de toros, de la piratería -a la que condenó- y que ya le está pasando factura en su propio país (Perú), donde El sueño del Celta se vende como pan caliente a precio de vaca muerta, mientras en Madrid hay que pagar 22 euros, en Estados Unidos 24 dólares y en República Dominicana 825 pesos.

Así que va intercalando preguntas de los medios y reiterando sus afectos y desafectos a determinados gobiernos y actitudes. Como estábamos en Dominicana y por su cercanía con la historia del dictador Rafael Leonidas Trujillo, la prensa del país quizo saber su opinión sobre la iniciativa del Museo. Dijo que está de acuerdo “si es un museo del horror”.

Luego llegaba Roger Casement, el protagonista de El sueño del Celta, una novela de aventuras, que parte de un personaje real y hechos reales “porque aquello con lo que la novela está hecha parte siempre de la realidad vivida”.

Al comenzar a leer la novela, constatamos que el estilo de narrativa corre,  en otras obras suyas -como El paraíso en otra esquina- en dos tiempos intercalados por capítulos.

En este caso, los pares en los que transcurre la acción de Roger Casement en pleno poder de su energía vital y de su opinión personal que lo llevó a alejarse de la cómoda vida diplomática para defender los derechos de los colonizados en tres espacios disímiles de la tierra: en el Congo, en África; en la Amazonia, en Brasil, Perú, Colombia y en su propio corazón irlandés, mancillado por la corona inglesa que le había dado a él cobijo.

Vargas Llosa  lamenta que la violencia y el sufrimiento  que narra la “El sueño del Celta”, y que transcurre en tres espacios diferentes a principios del 1900 “aún esté presente en El Congo, donde siguen siendo víctimas de violencias atroces”.

MC: Me pregunto si la historia de Roger Casement es la historia de una victoria o de una derrota?

MVLL: “Desde el punto de vista personal fue una derrota. Era un hombre joven cuando fue juzgado, y desde el punto de vista moral y político no. Digamos las denuncias que él hizo al final, conmovíeron en la opinión pública, hubo una presión enorme. En el caso de la Amazonía, indudablemente fue una victoria porque los negocios quebraron y elgran jefe de las caucherías, el señor Arana pasó a tener una vida muy dantesca en realidad. Fue una derrota personal, sí, pero desde el punto de vista de su historia, una gran victoria”.

En síntesis

El Sueño del  Celta  (Alfaguara)

Mario Vargas Llosa  da un nuevo paso en la «exploración del poder y sus estragos». En esta novela -500,000 ejemplares-. Cuenta  la vida del irlandés Roger Casement (1864-1916), cónsul británico en el Congo Belga, donde recogió las atrocidades del régimen de Leopoldo II en el país africano. Años más tarde Casement llegó a la Amazonía con la misión de comprobar las denuncias de explotación extrema a los indígenas en las plantaciones caucheras. En los  inicios del siglo XX,  Casement viajó al Estado Libre del Congo comisionado por la corona británica para investigar en qué pasos andaba el colonizador de las tierras, el rey belga Leopoldo II. Descubrió el horror: más de cinco millones de indígenas habían sido asesinados por orden del rey. Pocos años después, Casement denunció los abusos contra indígenas en Perú y Colombia a manos de una empresa británica. En 1911 fue nombrado Caballero del Reino Unido, del que renunció y  cinco años después fue condenado y acusado de  traición. Su roce con la historia empezó en 1890, al inspirar a  Joseph Conrad en su obra  “El corazón de las tinieblas”.

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