El Sueño Dominicano

El Sueño Dominicano

Glenn Davis

Desde temprana edad escucho hablar sobre el famoso sueño americano. A simple vista puede parecer una insignificante frase expresada por cualquier ciudadano estadounidense común y corriente. Sin embargo, es mucho más que eso, puesto que, en ella, reposan los principales ideales de cara al progreso de su país.

Resulta,que, indagando un poco más sobre el sueño americano, me encontré que las premisas con las que los Estados Unidos han alcanzado el éxito como nación, coinciden con las de países como el nuestro en la búsqueda de tener un crecimiento sostenible en el tiempo que les permita desarrollarse; democracia, derechos civiles, libertad, igualdad y oportunidad.

Imaginémonos una República Dominicana con una oposición y un gobierno, unidos como verdaderos demócratas, capaces de organizar el Estado, a través del diálogo, la concertación y el aporte de ideasque contribuyan con la erradicación de los principales males que nos afectan desde hace 174 años. Que los actores políticos no pongan en juego la estabilidad democrática con el incumplimiento a su palabra.

Donde los derechos civiles sean respetados bajo la custodia celosa del Estado, que es quien los concede por Ley, y que con la libertad individual que poseen los ciudadanos podamos producir un cambio social que impulse el desarrollo de nuestra sociedad.Además, de que exista una real igualdad político y social, ya que mientras más esfuerzos realicemos en favor de la desigualdad social, entonces, estaremos bien cerca de la eliminación de la pobreza.

Que haya oportunidades de empleos para los jóvenes, apoyo para emprendedores, educación de calidad, pero sobre todo la inclusión a todos los niveles en los sectores de la economía nacional, porque el desarrollo de las naciones tiene que ver con el desarrollo humano particular y no universal.

Abrazar estos ideales como nuestra hoja de ruta tras el progreso y desarrollo,no solo significará una oportunidad para que la República Dominicana logre desarrollarse,sino que nos colocaríamos bien cerca de alcanzar y ver consumado orgullosamente el sueño dominicano.

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