El sueño posible de Guillermo Cordero

El sueño posible de Guillermo Cordero

POR MARIVELL CONTRERAS
Al final de la entrega de los Premios Casandra 2006.  De esa producción que fue tan bien recibida por los presentes en la sala Eduardo Brito del Teatro Nacional y tan ponderada por la crítica y la audiencia, conversamos brevemente con Guillermo Cordero.

La gente estaba saliendo de la sala y en su rostro rojo de la emoción y con rastros de una alegría contenida, lo retuvimos y conversamos, tras un fuerte abrazo, con él:

MC: Cómo te llega este final de la producción Casandra?

GC: “Mira a mí me toma dos o tres días reaccionar, volver a la normalidad, porque son tantos meses dedicado, soñando con todo esto que ya ahora uno toca fondo y vuelve a la realidad, entonces, ahora tengo que volver a ser Guillermo normal, que trabaja, el que crea el próximo espectáculo, el que va al supermercado, el que lleva ropa a la lavandería”.

MC: Había una sensación constante detrás de escena de que este Guillermo tan calmado tenía todo bajo la manga, tan controlado, no se parecía al Guillermo de antes,  ¿qué ha cambiado?

GC: “Lo que pasa es que la gente, el grupo tiene en la memoria mía del año pasado que después de Víctor Victoria, el espectáculo de Jatnna, el de Orange y después el de la primera Dama y yo estaba como un cohete que con un fosforito que tu le pasaba cerca explotaba. Estuve muy tenso y muy sacrificado, fíjate yo nunca tengo problemas con la gente por cosas personales, esto no es fácil hacerlo, hemos tenido que crecer juntos, los escenográfos, los luminotécnicos, la gente de producción todo el mundo porque no encontramos  un mundo del espectáculo sólido y hemos tenido que hacer un camino que ha sido doloroso, muchas veces esperanzador pero, si no es exigiendo el cien por ciento a los demás y todos están conscientes de eso, porque yo le pongo el cien por ciento. Yo no me acomodo, yo no me siento. Si tengo que mover una caja, la muevo. Yo me quedaba a las tres de la mañana aquí con el láser. O sea si yo tengo que cargarle los zapatos a los bailarines se los cargo, porque el fin es que quede bien.  Claro estoy  completamente maravillado, aparte de cómo a quedado todo, porque la armonía que hay en el grupo es una cosa importante, o sea no hubo pleito con Fidel, ni de aquel con el otro, ni nadie conmigo. Entonces, uno piensa debe ser así porque mañana termina todo y sigue la vida normal, tenemos que ser amigos todos”.

MC: La fábrica de sueños, cumplió su objetivo?

GC: “Todo tu sabes que no, que me mutilaron uno, pero vamos a ver si lo dejamos para el año que viene, digo para el año que viene o para el próximo que yo haga, porque yo tenía mucha ilusión de ese momento, pero hubo tantas cosas impresionantes eso de Claudia Sierra, a mi me tocó el corazón esa mujer sola en ese escenario sin adornos”.

MC: Pero, tu lloraste esta noche?

GC: “Si cuando mencionaron a Jean Louis (Jorge), porque Jean Louis estuvo muy presente en los Casandra, hizo muchos Casandra solo y tu lo sabes, yo hice muchos Casandra con él y al  ese joven dar las gracias, pues me remonté a esa época y yo creo que la gente ha salido feliz y ustedes (Acroarte) creo que están contentos, se ha logrado que la gente haya entendido que este sueño era posible”.

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