El suficiente subjetivo

El suficiente subjetivo

A veces no sabemos, y otras pensamos saber, pero dudamos. Una sensación abstracta se siente y se asienta en el titubeo. Como si, “tal vez puedo estar equivocado, porque no tengo todas las respuestas”; pero otras veces, cedemos y ponemos la duda en pedestal. Porque en el fondo, en ocasiones “inconscientemente” pero otras bien a conciencia, queremos mejor no saber suficiente para así continuar con aquello que no queremos aun silenciar, que sentimos que no estamos preparados para abandonar.

¿No te ha pasado que has callado a tus adentros cuando estos te dicen que ya es suficiente? A mí me ha pasado, y me pasa. Siento que he desarrollado una amistad con mi interior que a veces se torna peligrosa, pues me escucho, y a veces tienen una razón que no me gusta, y surge un conflicto. ¿Quién sabe más de nosotros mismos, el Yo que usamos día a día, o los Yo que observan el diario vivir? Suponiendo que es un plural condensado, a veces una opinión sincera y libre de etiquetas de cortesía proveniente del interior puede aportar mucho. Excusas que son razones, razones que son excusa. Sirve para delimitar.

“Lo que te lastima, te importa”. Es una simple ecuación del corazón. Si algo te disturba, te molesta, incomoda, vuelve ansioso..En fin, si reaccionas a algo, algo hay ahí de ti. ¿Algo que evitas o con lo cual te reconoces? Ya es otro tema.. Lo que te hace feliz, es lo mismo que te lastima; no respondemos hacia la indiferencia. Lo que no te importa no tiene poder sobre ti.

Cuando algo nos lastima y nos importa, ¿cuándo es suficiente? “Suficiente”.. Que basta; que más de ahí es demasiado, pero menos inaceptable, pues para que no haya lugar para la duda o los segundos intentos debe de ser, lo necesario.. “Suficiente”. Que en el amor suele ser “demasiado” aunque se sienta como “muy poco”. Donde a veces tener miedo se pone al mismo nivel de ser cobarde, y ser pasional es igual que ser obsesivo.. “Suficiente”.

El alma es intuición, y esta suele saber cuándo ya es suficiente, pero la razón y el amor siempre han sido conocidos en duelos de paz y guerra. Lo que es suficiente para el amor, será demasiado para la razón. A veces la razón se enamora, y se olvida del concepto. Recuerda que si das demasiado al otro de ti, no te estás dando suficiente a ti mismo.