Literalmente, las redes sociales han cambiado y han influenciado en la mentalidad y comportamiento de adolescentes y adultos. Ahora tenemos adictos al Internet, infidelidad virtual, el Ciberbullyn, parejas y matrimonios conocidos por la redes y, para rematar, suicidio por facebook. Tan solo en el mes de mayo, tres dominicanos en edad productiva, dos mujeres y un hombre anunciaron por las redes la decisión de suicidarse.

El suicidio es una autoagresión al yo, o una manera desesperada de desaparecer, o de terminar con su vida por diferentes motivos: por depresión, problemas económicos, afectivos, por trastornos psiquiátricos, conflictos familiares, divorcio no resuelto, entre otras causas.

Hace apenas unos años, las personas eran más discretas, cuidaban su cuerpo, se tomaban el tiempo en discriminar sus amigos y contar sus intimidades. Para expresar lo que angustiaba el alma se utilizaba al sacerdote, al pastor, al psiquiatra, al amigo, o familiares primarios. Hasta los más extrovertidos fingían guardar privacidad y ponerse límite.

Sin embargo, al llegar las redes sociales, Twitter, facebook, whatsapp, gmail y Hotmail, entre otras; las personas han optado por darse el permiso de competir con las redes, informando todo lo que acontece en su vida. Allí exponen al descubierto su cuerpo, hablan de su vida privada; desde sus infidelidades hasta las fantasías más atrevidas. Se destapan con el de aquí y el de allá. Creen cuanto le dicen y se dejan seducir ante cualquier narcisista que busca su presa.

La angustia por sobresalir o lograr impactar la redes sociales, o ser la noticia del día que va de facebook en facebook. Ahora, el suicidio por desesperación ocupa las redes, se avisa por facebook, se deja expresado las causas y el señalamiento de la persona que le hizo riesgoso. Ahora corremos el riesgo de que todas las personas vulnerables, que se encuentren atrapadas, desesperanzadas y con visión en túnel, corran a expresarse a través del facebook.

Lo más aconsejable es visitar al psiquiatra, acudir donde el terapeuta que le pueda ayudar en aprender a salir bien de las crisis. El suicidio se previene, no importa las causas. Los psiquiatras y psicólogos están para eso. Saben qué hacer y cómo ayudar. El facebook no es la solución, ni la mejor compañía, aunque se busque notoriedad o la noticia sensacionalista o de impacto; sigue siendo una inmadurez y una falta de inteligencia emocional y social de las personas.

Las redes sociales hay que socializarlas con límites, con derecho a la privacidad y con juicio crítico para discriminar qué ver y qué informar. Las familias deben hablar con sus hijos sobre las consecuencias de las redes sociales mal manejadas. Las escuelas deben de socializar el tema con los alumnos, para la salud mental de todos y todas.