En los últimos meses hemos sido consternados con noticias desgarradoras, acerca de impactantes e irremediables hechos, ocurridos en nuestra nación, siendo el suicidio uno de los más comunes.
Escenarios inmanejables humanamente, se establecen en la vida de muchos hombres y mujeres, en la mayoría de los casos, como consecuencia de decisiones erradas.
Es en esos momentos donde los pensamientos de impotencia y de imposibilidad abruman, donde la depresión se posiciona y el adversario de la humanidad, que tiene como meta fundamental robar, matar y destruir, empieza a dirigir el accionar, de quienes están envueltos en este tipo de circunstancias.
Solo una voz se escucha: “quítate la vida, porque es tu única salida”. El escape a una realidad avasallante, sin pensar en el dolor de la familia y de los cercarnos, porque ya hace tiempo que la capacidad de análisis y la visión correcta dejaron de existir.
Todo esto nos lleva al entendimiento de que es imposible enfrentar la vida y las adversidades propias de ella, sin una esperanza, sin la revelación de la verdad, que nos hace entender que, no importa lo difícil de la situación, si ponemos nuestra confianza en el Todopoderoso, por Su fidelidad, puertas se abrirán y soluciones vendrán.
Es allí donde vemos desvanecerse lo lógico, para que lo celestial surja, donde esquemas mentales errados son derribados, haciendo posible lo que humanamente era imposible.
Ante la angustia y la desesperación, no guardemos silencio. Dejemos a un lado la vergüenza o el temor de herir a los que nos rodean. Busquemos la ayuda necesaria, que silenciará toda voz que ordena la muerte.
Acudamos a las personas correctas, que serán usadas por el Eterno Dios de los cielos, y nos ayudarán a superar la crisis.
Nunca olvidemos que en la abundancia de consejeros está la victoria.
Recuerda: todo problema tiene solución.