El ‘supermartes’, una jornada crítica para las aspiraciones de Trump y Clinton

El ‘supermartes’, una jornada crítica para las aspiraciones de Trump y Clinton

Clinton acusa a Trump de incurrir en “un patrón para incitar a la violencia".

El republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton enfrentan una jornada crítica, el ‘supermartes’, que podrá dejar a ambos más cerca de una victoria consagradora en la disputa interna de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.

Nada menos que 12 estados realizarán primarias partidarias en una jornada en que serán escogidos 19% de los delegados internos por el partido Demócrata, y 24% de los delegados republicanos, siendo que en este último caso el porcentaje representa casi la mitad del número de delegados suficientes para ganar la disputa interna.

El polémico multimillonario Trump exhibe una ventaja avasalladora sobre todos sus adversarios dentro del partido Republicano: de acuerdo a un sondeo realizado por CNN/ORC Survey, tiene aproximadamente el 49% de las intenciones de voto, más que todos los otros aspirantes sumados.

Empresario sin cualquier experiencia política, Trump es públicamente ignorado por la dirección del partido Republicano, pero una victoria consagradora este martes lo pondrá en un camino prácticamente sin retorno y dejará al centenario partido sin otra alternativa que abrazar su candidatura.

En tanto, Clinton sí tiene en su favor toda la máquina del partido Demócrata y de esa forma es franca favorita para conseguir este martes una confortable ventaja sobre el senador Bernie Sanders, un socialista democrático que defiende una nueva etapa en la política estadounidense sin la influencia del dinero y las grandes corporaciones.

En el caso de Trump, su favoritismo claramente llega acompañado de una crisis sin precedentes para el partido Republicano, fundado en 1854.

Al igual que Trump, el tercer aspirante en discordia, el senador Ted Cruz, también es detestado por la dirección del partido, pero su alternativa viable, el senador Marco Rubio, parece incapaz de achicar la distancia que lo separa del multimillonario líder.

En ese cuadro, Rubio y Cruz pasaron a usar las mismas armas de Trump, y la campaña se transformó en un verdadero festival bizarro de insultos, golpes bajo la cintura y discursos con menciones a calzoncillos sucios, críticas a la cantidad de sudor o hasta alusiones a la confiabilidad de hombres con manos pequeñas