Washington.- Los estados del sur de Estados Unidos sufrirán temperaturas que parecerán superiores a los 40 grados centígrados durante al menos cuatro meses al año debido al impacto del cambio climático, según un estudio de la Unión de Científicos Preocupados difundido este martes.
La investigación, divulgada en la publicación Environmental Research Communications, pronostica que en caso de que no se tomen medidas para reducir las consecuencias del efecto invernadero, el número de días en los que “parece” hacer más de 40 grados de temperatura pasarían a ser el doble de los hasta ahora habituales.
Según los datos aportados por esta organización, a lo largo de Estados Unidos, los días en los que se dejaría sentir semejante calor rondaría los 40 a finales del presente siglo. Tan solo se salvarían de estas temperaturas algunas zonas montañosas del país.
Sin embargo, en la zona sudeste del país, el número de días en los que la sensación térmica sería de al menos 37 grados rondaría los 96 días, mientras que unos 73 podrían llegar a rondar los cuarenta grados. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores trabajaron sobre tres escenarios posibles- el de la no acción, el de la respuesta lenta, y el de la reacción rápida.
El primero se basa en que las emisiones de gas carbono continúan al mismo ritmo que hoy en día, lo que provocaría un aumento medio de 4,3 grados centígrados.
El segundo, en el que se logran reducir este tipo de emisiones mediante políticas medioambientales moderadas, contempla un incremento de unos 2,4 grados. Por último, el de respuesta rápida, diseñado en consonancia con el Acuerdo de París, contempla un aumento de la temperatura de solo 2 grados.
Antes de competir por la Presidencia de EE.UU., Donald Trump cuestionó la existencia de la crisis climática, al describirla como un “fraude” creado por China, y más recientemente ha puesto en duda los vínculos entre ese fenómeno y las emisiones derivadas de la actividad humana.
Una de las primeras decisiones de Trump tras instalarse en la Casa Blanca fue ordenar la retirada de EE.UU. del Acuerdo de París de 2015 y desde entonces ha eliminado decenas de normas destinadas a combatir la crisis climática en su país.