El sur necesita salir del atraso

El sur necesita salir del atraso

Con todas sus bellezas naturales y riquezas del subsuelo, el sur del país, y particularmente la Región Enriquillo, se mantiene sumido en niveles de pobreza que contrastan severamente con el desarrollo de otras regiones. En esta parte del país es alto el desempleo por falta de fuentes de trabajo, es agudo el problema sanitario y la deserción escolar tiene índices muy altos. Sin embargo, en todas las provincias que lo componen hay hermosas playas y zonas de montaña aptas para el turismo en las que no se han hecho las inversiones necesarias.

Los casos de Barahona y Pedernales son patéticos. La primera de estas provincias fue provista de un aeropuerto internacional que permanece ocioso. La intención era atraer un flujo de inversión que nunca llegó. Y Pedernales, con Cabo Rojo y Bahía de las Águilas, sigue sumida en la pobreza a pesar de contar con esas riquezas maravillosas, dignas de acoger grandes inversiones para el desarrollo del turismo. Bahoruco e Independencia, que completan la Región Enriq uillo, también tienen grandes riquezas naturales, están en la misma situación.

El caso del sur demuestra que el Estado carece de una política de desarrollo integral que explote la diversidad de riquezas naturales. Esa es la principal causa por la que la gente de estos pueblos languidece en pobreza profunda que es necesario mitigar.

EL CRÉDITO A LOS PRODUCTORES

El actual Gobierno ha dinamizado considerablemente la asistencia al campo. El crédito blando, con holgado período de gracia, ha fluido como nunca antes, impulsado por la atención personalizada que el Presidente Danilo Medina ha dedicado al campo.

Las visitas sorpresa, que realiza regularmente sin aspavientos, llevan a los productores soluciones reales para sus problemas. El crédito ha dejado de ser un privilegio fuera del alcance del pequeño productor.
Pero es bueno dejar claramente establecido que todo ese dinero debe retornar al Estado.

El Presidente ha dicho y reiterado que está prestando dinero del erario, no regalándolo. Así pues que la misma mano que se extiende para otorgar los créditos, se extenderá luego para recuperarlo y devolverlo al erario. La idea es promover el desarrollo bajo criterios de responsabilidad que deben cumplir todas las partes. En eso debemos estar todos bien claros y convencidos.

 

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