El relieve de la región sur se presta para todo tipo de turismo: deportivo, ecológico, cultural, religioso y, sobre todo, un buen baño en cualquiera de sus hermosas playas desde San Cristóbal hasta Pedernales.

Hace un tiempo, he hablado que, para aumentar la llegada de turistas a nuestro país, es necesario ofertar el sur con su diversidad y atractivos.

Tenemos el Aeropuerto María Montez, con capacidad para recibir vuelos internacionales, pero nos falta el hospedaje, que es lo principal para el desarrollo de un polo como el sur.

San Cristóbal es una provincia histórica, y con montañas para el turismo ecológico, como los saltos del río Mahomita, en el Distrito Municipal de Los Cacaos.

En Peravia, las playas de Nizao, Los Almendros, Sombrero, Matanzas, El Derrumbao, Los Corbanitos, donde se encuentra Punta Arenas y Punta Las Salinas, junto a Las Dunas de Baní, en la Bahía de Las Calderas.

En Azua, podemos disfrutar de las playas Monte Río, Las Caobitas, El Barco, Caney, Blanca, La Uvita, Mía, Caracoles, Tortuguero, Los Negros y Palmar de Ocoa, también de las buenas temperaturas como en Guayabal.

En Barahona. visitar las playas Andina, en la Bahía de Neyba; Las Saladillas, La Meseta, Playa Azul, El Quemaíto, Bahoruco, La Ciénaga, Playa San Rafael, Los Patos, Enriquillo, además de su Polo Magnético y la industria cafetera del municipio de Polo.

En Pedernales, la provincia más lejana de la capital, pero es la de mayor atractivo, pues su paisaje costero y desértico es uno de los destinos más llamativos de esta región, sus playas como Bahía de Las Águilas, una de las más bellas del mundo.

Independencia y Bahoruco nos ofrecen hermosas vistas al Lago Enriquillo, la mayor reserva natural de agua de la República Dominicana y de las Antillas.

San Juan y Elías Piña poseen una gran historia aborigen, su gastronomía, agricultura, bosques y montañas son un componente ecológico, donde nacen los grandes afluentes que dan vida al río Yaque del Sur.

San José de Ocoa, la provincia más joven de esta demarcación; sus terrenos son productores de café, papa, habichuela, zanahoria, repollo, maní, aguacate, entre otros rublos.

Como nos interpreta el gran cantautor Joan Manuel Serrat: “El sur también existe”, y en nuestra República Dominicana representa una reserva turística inagotable para nuestras futuras generaciones.