El surgimiento de África

El surgimiento de África

 En nuestro retorno a nuestro país desde África Occidental, en la aeronave que nos trasportaba desde Abidján hasta París encontramos en el volumen  180, No. 23, 2012 de la revista Time correspondiente al 3 de diciembre, un reportaje intitulado “Africa Rising”, traducido al castellano “África se levanta o surge” de la firma de Alex Perry/Nairobi, en el cual el autor afirma que “este Continente será el próximo gran motor de crecimiento, pero cientos de millones están en riesgo de quedarse atrás”.  

De la lectura de este texto, nos vino a la memoria observaciones que en nuestros viajes por diferentes países africanos no habíamos apercibido el valor que ciertas intervenciones tendrían en el futuro del Continente, ni de los múltiples intereses de países, que con pretexto de ayudar a combatir enfermedades, falta de escolaridad, viviendas apropiadas, vías de comunicación, etc., ejercían un tutelaje del cual sacarían pingües beneficios en favor del país otorgante.

Hace unos cinco años, cuando se celebraba una Asamblea General y un Consejo de Ministros de la Alianza de Países Productores de Cacao (COPAL), en  el Hotel Hilton de Yaoundé, capital política de la República de Camerún, una delegación de la República Popular de China encabezada por su vicepresidente ocupó más del 50% de las habitaciones.  Debido a esto, se estableció un sistema estricto de seguridad con detector de metal, el cual se aplicó con igual rigor a los delegados de los países miembros de la Copal.  Después supimos que el gobierno chino había donado y estaba inaugurando un Pabellón de Feria y un complejo deportivo techado y que dentro de sus planes estaba establecer cultivos intensivos de productos agropecuarios para explotar un comercio en ambos sentidos; por un lado enviar productos alimenticios y del otro importar maquinarias, equipos electrónicos, etc.

   África, hasta hace unos años, tenía un prontuario de gobiernos dictatoriales.  En Uganda, Idi Amín Dadá;  República Centroafricana, el bufón Emperador Bokassa;  Guinea, Sekou Touré;  Gabón, Bongó; Congo, Kabila; Zaire, Mobutu; Hastings Banda, Malawi; Costa de Marfil, Gagnoa y regímenes similares en Liberia, Togo, Burundi, Guinea Ecuatorial,  Sudán, Eritrea y Somalia.  En África del Sur, el más avanzado de los países africanos, reinó por mucho tiempo el régimen denominado apartheid, mas el mismo terminó con la elección de Nelson Mandela y su partido Congreso Nacional Africano (ANC).  Sin embargo, después de 18 años de la salida de este gran líder del poder, este partido se ha constituido en una élite rapaz  y excluyente de los marginados.

   El problema más acucioso después del abismo entre las clases pudientes y los depauperados, es el peligro que supone el creciente islamismo en casi todos los países.  En una ocasión que nos encontrábamos en Abuja, la nueva capital del país más poblado de África, Nigeria, se celebraría el concurso de Señorita Universo en dicha capital.  Recordamos que todos los aviones de ese país tenían pintada promoción para dicho certamen.  Empezaron a llegar las reinas de belleza de los diferentes países participantes y cuatro días antes del evento, un periodista escribió una reseña en la cual afirmaba que el Profeta le hubiese gustado casarse con cualquiera de las beldades participantes.  Aquello fue Troya.  En la noche empezaron los disturbios que ocasionaron la muerte a más de cien personas y el concurso tuvo que ser suspendido.  Los musulmanes no permiten que se tome en cuestiones baladíes el nombre sagrado del Profeta y esto ha traído como consecuencia, que esa religión se haya constituido en un riesgo para la convivencia pacífica de sus habitantes.  Ahí está el problema de Malí, en donde los fundamentalistas islámicos han ocupado el Norte del país, arrollando la milicia malí, lo cual ha motivado la formación de un ejército africano para liberar el territorio ocupado.

   La esperanza de África se cifra en la juventud.  En la parte sahariana, la edad promedio es  de 18.6 años, lo cual significa que habrá 108 millones de escolares en los próximos diez años.  El problema mayor de esta juventud es que la falta de recursos al tener que iniciar la lucha por la vida a tan corta edad, reduce a sólo el 39.5% el total de los jóvenes que se enrolan en la escuela secundaria.  Esto ha reducido el total del analfabetismo a un 36% en gran parte de los países del continente.  Países que han alcanzado un elevado grado de desarrollo como Kenia, Ghana, Angola, África del Sur y las pequeñas islas de Seychelles, Mauricio y Cabo Verde, tienen un sólido crecimiento económico basado en altos índices de educación y salud.

   Al tener riquezas hasta ahora no cuantificadas de gas natural, petróleo, diamantes, fosfato, plutonio, cinc y otros minerales, en la última década, seis de los diez países con mayor crecimiento en el mundo pertenecen a África superando a China y la India.  Esto ha incentivado, que no sólo sea China el interesado en el continente, sino Brasil, Malasia y Turquía, los cuales han comenzado a competir para también obtener su tajada.  Cabe asimismo destacar, que el Ecobank, con 1,197 sucursales y más de 23,500 empleados con un capital superior a los 18.5 billones y depósitos por 13.1 billones de dólares, dirigido desde el pequeño país Togo, ha contribuido enormemente a la economía de los países en donde se ha establecido.

    África se constituirá en un relativo corto plazo, en un continente de empresarios. Los teléfonos móviles son los atributos que dan estatus,  en donde  hoy hay más de 750 millones en servicio.  El problema fundamental ahora es la estabilidad política y social.  El arzobispo Emérito Desmond Tutu, una figura emblemática del continente ha expresado: “Con el gobierno adecuado, tenemos la capacidad de ir maravillosamente bien”.

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