El sustituto de Jordan no acaba de llegar a la NBA

El sustituto de Jordan no acaba de llegar a la NBA

POR ANTONIO VALDEZ
Se busca un ídolo para cargar con el ícono y legado que dejó Michael Jordan en la National Basketball Association (NBA). A pesar de estar retirado, Jordan sigue levantando pasiones. Su imagen impactó tanto en el mundo que atletas de otros deportes quieren ser como él. Los futbolistas David Beckman y Ronaldo, el nadador Michael Phelps y otros, muestran mucho respeto por ‘Su Majestad’.

Sin embargo, la oficina de la NBA busca un sucesor que pueda acarrear el liderazgo –dentro y fuera de la cancha- del mítico jugador que llevó a Chicago Bulls a seis títulos de la NBA en la década de los ‘90s.

Desde su primer retiro antes de la temporada 1993-94, la NBA busca un sustituto que cargue sobre sí la imagen de una liga tan exigente en cancha y fuera de ella.

Así han surgido desde entonces, los jugadores Shaquille O’Neal, Grant Hill, Vince Carter, Allen Iverson, Kobe Bryant, Tim Duncan, LeBron James y Carmelo Anthony, entre otros de menos renombres.

Muchos de éstos jugadores –en sus respectivos años- han iniciado rivalidades que pudiesen marcar el futuro de sus carreras, pero no lo han logrado. Muchos creyeron que sus duelos personales iban a tener las mismas dimensiones que lograron Wilt Chamberlain-Bill Russell, Oscar Robertson-Jerry West, Magic Johnson-Larry Bird, Larry Bird-Julius Erving o más reciente Patrick Ewing-Hakeem Olajuwon.

Ningunos de los actuales líderes posee el carisma y atractivo –inclusive para las promociones publicitaria- que generó Jordan en su carrera, al extremo que todas las casas comerciales deseaban sus servicios para promover sus artículos comerciales.

Shaquille O’Neal, aunque no tiene antecedentes negativos fuera de la duela, es un apasionado del rap, cuyo ritmo no goza del arrastre de las multitudes. Su forma de vestir no está acorde con el mundo de hoy y parece más un ‘niño grande’ que adulto por la forma en que actúa en público.

Grant Hill ha sido afectado por las lesiones durante toda su carrera y no juega un partido oficial desde la temporada 2002-03, cuando apenas vió acción en 29 encuentros para los Orlando Magic. Quizás, el pertenecer a un equipo de franquicia pequeña no reciba la publicidad necesaria, pero debe demostrar su magnetismo.

A Vince Carter le afecta el hecho de jugar para una franquicia fuera de Estados Unidos. Su calidad y capacidad es incuestionable. No hay dudas. Pero no está en un quinteto con posibilidades reales ni siquiera de clasificar a los playoffs y no posee ese poder de convocatoria como los grandes.

Allen Iverson jugó baloncesto colegial en Georgetown University bajo palabra. Sus problemas de imagen lo arrastran desde entonces. Delinquir en la sociedad norteamericana y castigado sin temor. Su comportamiento no es el mejor dentro y fuera de la cancha, y quizás, esto incide negativamente para ser un líder natural.

Kobe Bryant está catalogado de egocéntrico e individualista. Estas dos cualidades manchan su imagen de aglutinador. Su más reciente y sonado caso en que estuvo involucrado aún está latente y fresco. Una joven lo acusó de violación sexual y su imagen cayó al mínimo.

Tim Duncan no posee ese magnetismo de líder, aunque su juego es incuestionable. Su figura de hombre alto contrasta con los demás. Aunque tiene una sonrisa poco definida, no atrae para convertirse en un producto mercadeable.

LeBron James es la última carta de la NBA, tras salir directamente de la escuela secundaria al pro, recibir grandes patrocinios por los próximos 10 años de las principales marcas patrocinadoras, aunque su imagen es una copia de Michael Jordan.

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