El tabaco y las áreas protegidas

El tabaco y las áreas protegidas

POR DOMINGO ABRÉU COLLADO
Un amigo, funcionario de una empresa tabaquera dominicana, me dijo un día: «Yo no le sugiero a usted ni a nadie fumar, yo mismo no fumo. Pero si usted va a fumar como quiera, entonces fume mi marca». Y tiene toda la razón. Fumar es una elección muy personal, no hay leyes que ordenen a nadie fumar. Por el contrario, la ley obliga a las industrias productoras del tabaco a indicarle a los consumidores que fumar les perjudica.

Con las áreas protegidas: los parques nacionales, las reservas científicas, reservas forestales y otras zonas que se protegen por ley, ocurre un paralelismo interesante entre el asunto del tabaco y la razón por la que deben haber zonas naturales intocables. Así como la ley no manda a nadie a fumar, la ley tampoco manda a nadie a apropiarse de un pedazo de costa o de río, no manda a cortar árboles ni a matar animales indefensos. Por el contrario, la ley manda a respetar costas, ríos, árboles y la vida de los animales.

Una de las razones por las que la ley ambiental (64-00) manda respetar el ambiente es porque su agresión nos perjudica. Así como el tabaco nos perjudica (y la ley no manda a fumarlo) agredir el ambiente nos perjudica (y la ley no manda a agredirlo). Por tanto, la elección de fumar y la elección de agredir el ambiente son elecciones personales. Por tal razonamiento tanto fumar como agredir el ambiente son cuestiones de índole ética.

Pero si entramos en comparaciones podemos encontrar que agredir el ambiente -sea por el supuesto de desarrollar la economía (la más falaz de las razones que se esgrimen) o para «no morir de hambre» (otra falacia) – es la violación más atroz e inmoral a la ética de las que se conoce. Nada es más inmoral que eliminar un bosque (húmedo, seco, de coníferas, transicional o de galería) para supuestamente promover el desarrollo económico, cuando se ha demostrado que la sustitución de zonas boscosas o de áreas de cultivos alimenticios sólo causa pobreza y atraso económico.

Los países que se ven con grandes edificios no son prósperos porque construyeron edificios donde había bosques, sino que los construyeron en zonas apropiadas mientras dejaban las zonas de bosques y áreas de cultivos abiertas para la producción de agua y alimentos. La capacidad de producir agua y alimentos garantizó que las poblaciones de esos países tuvieran asegurada su alimentación y el suministro de agua sin necesidad de importar ambas. En tanto, desarrollaban otros aspectos de la educación, la industria y la tecnología para agenciarse formas de crecimiento económico sin poner en peligro la vida de la nación y la composición ecológica del país.

El cártel conocido como Congreso Nacional acaba de evacuar una ley poniendo en peligro la vida de la nación dominicana, de su composición ecológica, de su futuro económico. Y todo el mundo sabe qué buscaron los miembros de ese cártel con esa Ley Sectorial de Areas Protegidas.

La población, cada uno de los dominicanos y dominicanas tiene ante sí una alternativa ética: obedecer o desobedecer esa ley. Por ética, por moral, esa ley no puede ser acatada por nadie. De todas formas, a la larga, quienes se involucren en la malversación de los recursos que dicha ley pone en venta ahora se las verán con la justicia, porque esto tendrá que pasar.

FUMAR Y ELIMINAR BOSQUES ACORTAN LA VIDA

Según investigadores de la Universidad de Bristol, en Inglaterra, «cada cigarrillo que un hombre fume le quitará once minutos de vida». Agrega la información que al fumar una cajetilla de cigarrillos la vida del usuario se abreviará un día y medio, y si fuma un paquete diario durante un año la vida se le reducirá casi dos meses. Ahora, si sabiendo esto usted fuma, pues disfrútelo todo lo que pueda, porque esa ha sido su decisión y probablemente no afectará a más nadie mas que a usted si lo hace en privado.

Las investigaciones en torno a «fumarse» los bosques son más dramáticas. Aquellas personas que se dedican a la eliminación de árboles, sea en áreas protegidas o en zonas particulares, promueven la disminución de vida, pero no solamente para el autor de los cortes, sino para los que le rodean y para los descendientes suyos y de los que le rodean también, porque esto sí que no puede hacerse en privado, porque toda la superficie del planeta es pública.

Según un estudio de las Naciones Unidas puesto a circular en febrero del 2003, y del que se hizo eco el «British Medical Journal», a menos que se adopten medidas urgentes, «para el año 2032 más de la mitad de la población mundial se verá afectada por la escasez de agua, con graves consecuencias para la salud».

El estudio indica que, no obstante la población que cuenta con agua potable verificó un aumento de 4.100 millones en 1990 a 4.900 millones en el 2000, todavía hay 1.100 millones de personas en los países en desarrollo que carecen de agua. Además, 2.400 millones de seres humanos no disponen de sistemas de saneamiento adecuados, y esto ocasiona 4.000 millones de casos de diarrea y 2.200.000 muertes anuales.

Y todo esto por causa de la desaparición de bosques productores de agua y la contaminación de la existente.

CUANDO FUMAR AYUDA

Si engordar  no es saludable entonces fume, eso le impedirá engordar en demasía y no enfermará de gordura. Y si es gordo o gorda y quiere rebajar, pues fume, eso le llevará a la línea deseada. Y no es broma.

Un estudio realizado con 832 muchachas canadienses y 1.936 británicas con edades entre 10 y 17 años destacó que muchas de ellas sustituían la comida por el tabaco para reducir el apetito, comer menos y evitar la gordura… ¡y les funcionaba!

Según lo publicado por el periódico «The Globe and Mail» las muchachas son actualmente las que contribuyen más efectivamente al crecimiento del índice de fumadores adolescentes. Ahora, eso ha motivado también cierta escalada en enfermedades como el cáncer pulmonar entre mujeres en ambas naciones.

Pero conociendo la filosofía de muchas mujeres -¡quién sabe si la mayoría! – habrá una buena parte que asegure que prefieren tener cáncer a ser gordas. Y ahí volvemos a caer en el asunto de la ética personal. Si usted elige una forma de morir, o mejor dicho, un estilo de vida que puede acortarle conscientemente la vida, es una decisión suya. Además, hay mucha gente que alega «mi abuela fumaba desde niña y murió a los 90 y tantos».

Y claro, resulta totalmente diferente cuando se trata de la vida de los demás. En el paralelismo que planteamos en relación con los recursos naturales y el comportamiento ambiental personal -y fumar es un comportamiento que tiene una gran carga ambiental – nadie debe estar por encima de los demás o afectarles en cuanto a la utilización de los recursos naturales. Es decir, es posible que determinada empresa requiera para su progreso particular determinada porción de costa o bosque, pero ese requerimiento puede o va a afectar la calidad de vida de los demás por la carga ambiental destructiva que ello implica.

¿QUÉ TAN IMBÉCILES SON NUESTROS ESTUDIANTES?

El grado de imbecilidad de nuestros estudiantes parece que va en aumento. Pero veamos primero qué es imbecilidad: «Alelamiento, escasez de razón, idiotez. 2. Tontería, acción o dicho imbécil. 3. Retraso mental que corresponde a una edad mental situada entre 3 y 7 años». (Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).

La muestra más contundente de la imbecilidad que cunde como niebla entre nuestro estudiantado (primario, secundario y universitario) es la falta de interpretación entre ellos mismos de las razones que han llevado a la nación dominicana a la situación que ésta atraviesa actualmente. Es decir, a la situación resultante de una conjunción sindrómica compuesta por el desplome de la producción de energía eléctrica, la caída de la economía, la debacle de la educación y la degradación de la ecología.

Analizar los cuatro componentes sería demasiado extenso, podemos quedarnos en que nuestro estudiantado espera una especie de varita y chistera que de manos de un mago resuelva los problemas. ¡El estudiantado (principalmente universitario) no se ha detenido a pensar de dónde nos han llovido los problemas!

Pero la cuestión ecológica es el indicador más «luminoso» de todo el panel imbecílico que tenemos al frente. Con apenas un 20 por ciento de nuestros recursos naturales; perdido el 80 por ciento de éstos en menos de cien años; habida cuenta de más de 100 millones de años tomados por la naturaleza para crearlos; previendo un futuro de mucho más de 100 millones de años de existencia para esta isla; con un crecimiento prospectivo de la población que doblará el número de habitantes antes de los próximos 20 años… ¿con cuáles recursos vamos a contar para garantizar la vida de esa población? Y más que la vida, una vida saludable? ¿Están pensando eso nuestros estudiantes, o solo quieren aprobar materias con la nota mínima?

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