El teatro de la vida

El teatro de la vida

Alguna vez leí que Carlos Marx escribió que el capitalismo, como el feudalismo lleva dentro el germen de su propia destrucción. Conocido es el ciclo de nacer, vivir, crecer, desarrollarse, declinar, morir y desaparecer.

También leí que el mismo Carlos Marx dijo que la historia se repite como comedia o como tragedia, aunque en ocasiones la historia se repite como comedia y como tragedia al mismo tiempo.

Sabido es que la identidad del teatro griego se representa, desde siempre, con dos carátulas: una para la tragedia y otra para la comedia.

El teatro fue la primera expresión de comunicación masiva, frontal, de cara al público, de sentimientos e historias que mucho tuvieron que ver con la representación de pecados capitales: traición, incesto, amoríos extraviados y ejemplos que contribuyeron a la difusión de modelos, principios y ejemplos de conducta.

A lo largo del camino el teatro se ha ocupado de recoger conductas e inconductas, traición, lealtad, celos, grandes amores, negociaciones turbias, deslealtad, dobleces sin límite.

El teatro fue y es un vehículo de educación a través del manejo adecuado de sentimientos y aspiraciones.

La frase: el teatro de la vida, recoge cabalmente el escenario donde nos desempeñamos entre títeres y titiriteros, bufones y frustrados  actores que recorren el mundo de feria en feria, acompañados de arúspices, quirománticos y uno que otro trovador que difunde noticias de amores y desamores mientras pulsa las notas que resuenan al rasgar las cuerdas de una guitarra desafinada.

En el teatro de la vida algunos son hijos de los acontecimientos y otros logran caminar, vencer la corriente que conduce hacia el abismo, porque todo es posible cuando la voluntad se impone.

El escenario dominicano tiene políticos y politicastros, aprendices de brujos, engañadores como los ilusionistas que sacan de la chistera un conejo inexistente y un interminable pañuelo multicolor, ante el asombro de algunos ingenuos.

La política, sin embargo, es mucho más que una feria que viaja, de pueblo en pueblo, aprovechando las fiestas patronales,  para en medio del jolgorio propio de tales momentos, mentir, falsear la verdad, inventar fábulas que repiten pero ni ellos mismos creen.

El PRD es sabio y pienso que rechazará que se imponga la comedia contra el compromiso de la organización con la democracia interna y la libertad de elección, como conspira Miguel Vargas, quien sirve a Leonel y al proyecto de dominación de la vida nacional.

Un hombre que  sirve a intereses que perjudican la democracia, la libertad y el respeto a los derechos populares, no merece y por eso no tiene, el respaldo del Partido Revolucionario Dominicano. Con menos del 10 por ciento en las encuestas, no logrará imponerse aunque use la fuerza.

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