Personalidades del país acudieron ayer a la funeraria Blandino para  acompañar en el dolor a los familiares del actor y dramaturgo Rafael Villalona, quien falleció el viernes  por complicaciones renales.

Villalona tenía más de 40 años en las tablas,  se desempeñó como actor, escritor, director y creador del nuevo teatro dominicano.

El cineasta Agliberto Meléndez, compungido, lo definió como un “titán”, por su colaboración incansable,  que dejó una huella imborrable en el teatro dominicano.

En ese mismo tenor se expresó el folklorista Roldán Mármol, que resalta las cualidades de Villalona como investigador, educador, ser  humano y sobre todo, gran amigo, dispuesto a ayudar a los demás.

 Villalona, quien había estudiado teatro en Moscú, Rusia, de 1964 a 1968, implementó en el país el método Stanislavski, que consiste en trabajar objetivo colectivo, memoria emocional, relajación y concentración, para lograr el personaje buscado.

 Con lágrimas y voz entrecortada, su amigo Augusto Feria lo describe como “maestro de maestros” y luchador incansable por la igualdad social, ya que Villalona era de inclinación de izquierda, “un luchador marxista”.

“Por estas ideas revolucionarias que poseía el gran dramaturgo se le cerraron muchas puertas, pero esto no impidió el desarrollo del teatro de la mano de Villalona”,  de esa forma se expresó el expresidente de la República, Hipólito Mejía.

 Indicó que fue uno de los más revolucionarios de la dramaturgia caribeña y latinoamericana, orgullo del teatro dominicano.

De su lado, el teatrista Juan María Almonte calificó al prestigioso dramaturgo como uno de los tres mejores del país, junto con   Emilio Aparicio y Franklin Domínguez, por lo que su muerte es  significativa.

  Añadió que Villalona era un cultivador de la amistad y siempre dispuesto a colaborar en cualquier proyecto.

Trabajó en varias obras y películas, como “Pirámide 179”, “Over”, “Pluff, el fantasmita”, “Vietnam hoy”, “Pasaje de ida”, “Nueva York” y “Cuatro hombres y un ataúd”.