El tema de la inmigración divide y paraliza a Washington

El tema de la inmigración divide y paraliza a Washington

Clive Crook
Washington está tremendamente dividido en estos días en que el gobierno de Estados Unidos está paralizado. Así es que va la queja habitual. Pensar en el inminente desastre fiscal, pensar en la política energética o en la regulación financiera, pero el debate de inmigración, si se puede llamar así, es una excepción notable. 

Para estar seguro, Washington está paralizado respecto al asunto de la inmigración, pero no debido a la división ideológica. Con esta tremenda lucha otra vez y otra vez, uno casi desea la enemistad sincera entre los dos partidos. Después de todo, fuera de la tóxica atmósfera, viene la reforma de asistencia de salud.  

Las divisiones sobre política migratoria son intra-partidos: muchos demócratas y republicanos pueden y ven diferencias en el asunto. Nadie, absolutamente nadie, piensa que los arreglos actuales son algo bueno. Todavía pregunta un político que si la reforma podía pasar este año, y la respuesta es no.

La protesta sobre la agresiva nueva ley de Arizona muestra el porqué. Una airada legislación estatal ha pasado una medida que se dice que simplemente endurece la aplicación de las leyes federales ya aprobadas. Por ejemplo, a la policía se le ha dicho que detenga las personas en “sospecha razonable” (un termino indefinido) de ser inmigrantes ilegales y demandar ver sus papeles. Esto ha atraído la crítica particular. Es una invitación a la política racista. Esto huele a una policía estatal y que parece enteramente anti-americana.

De hecho, sin embargo, la ley federal ya requiere a los no-ciudadanos portar sus documentos todo el tiempo. Es un delito no hacerlo. El arcano de la ley y algunas veces también las surrealistas provisiones imponen muchas otras demandas, unas más onerosas que otras. Estas normativas son tan débilmente aplicadas que pocos inmigrantes legales están atentos a ellas.

La ley de Arizona es tan mala como sus muchos críticos, dicen los demócratas, los republicanos y los no alineados. Pero el estado está en lo correcto cuando insiste en que está haciendo lo que el gobierno federal prometió. Es errado decir a la policía que aplique las normas que no pueden ser aplicadas excepto por implicaciones terriblemente iliberales. Pero esas normas no son un invento del estado.

Algo más que se debe tener presente es, que a pesar de la protesta sobre la nueva ley, los votantes en Arizona, por un 64% contra un 40%, dicen que a ellos les gusta. Principalmente los republicanos del sur han salido en contra, uniéndose al contragolpe centrista, llamando la ley impracticable y equivocada. Pero los votantes en Arizona, e indudablemente en otros estados fronterizos, piensan: “Acerca del tiempo también que se ha tomado dicho proceso”.

Ellos ven la permeable frontera y la cultura resultante de la ilegalidad. Ellos temen que el crimen relacionado a las drogas se desborde por esa vía, y resienten la competencia por empleos que esto les provoca. El propio John McCain de Arizona, el patrocinador de reformas de inmigración liberales y bipartidistas, quien está luchando en una cerrada elección primaria este año, se ha alineado detrás de una ley que él seguramente no puede admirar.

En pocas palabras, la política de inmigración no divide a los políticos de E.U., ésta fija los políticos como una clase contra los votantes. Y este punto muerto se ha desarrollado con los años en el exhaustivamente disfuncional sistema de inmigración de América. Un compromiso tonto se ha llevado a cabo, uno que ha logrado lo peor de todos los mundos.

Para satisfacer la opinión pública, las promesas del gobierno federal para ejercer pleno control de inmigración entonces fracasan, debido a que este no es capaz de aplicar sus propias leyes. Y es correcto no aplicarlas. ¿Aprehender y deportar más de 10 millones de inmigrantes ilegales? Eso requeriría poderes totalitarios y para colmo paralizar la economía. Pero entonces los votantes sienten que a ellos se les ha mentido, lo cual efectivamente se ha hecho. Ellos desconfían en que los incrementos de Washington año por año puedan crear una solución inteligente a un problema que se ha vuelto más difícil que nunca.

Esta carga patológica también ha desviado el patrón de inmigración. Los inmigrantes no calificados entran a raudales y fomentan la economía informal, la evasión fiscal y la economía de salario sub-mínimo. Los inmigrantes con capacidades, capaces de pagar impuestos y desinclinados a evadir la ley y a la patrulla fronteriza, son aislados.

Preguntar a cualquier empresa de alta tecnología en Estados Unidos cómo esta situación altera su productividad, y forzarla a enviar los trabajos al extranjero. (Dejemos que esos trabajadores paguen impuestos a otros gobiernos. No es tan fuerte la necesidad de Estados Unidos por dinero.) La escasez de personal altamente entrenado impulsa la prima de salarios de Estados Unidos. respecto las capacidades, de forma que la desigualdad económica empeora también. Sí, ellos pensaron en todo. Yo desafío a cualquiera a proponer un régimen más estúpido que este.

Como yo digo, estos defectos son ampliamente reconocidos. En privado, pocos políticos divergirían de este análisis. Y los tres componentes esenciales de la reforma necesitada son fáciles de ver. Primero, más efectiva aplicación y especialmente dentro de la frontera, incluyendo una fidedigno vigilancia de las compañías que contratan inmigrantes ilegales. Segundo, más amplios canales para la inmigración legal, incluyendo un programa de trabajadores extranjeros que permita la migración temporal suficiente para cumplir con las necesidades del país. Tercero, la amnistía condicional para inmigrantes ilegales ya en Estados Unidos.

Sin leyes que sean aplicables y por ende aplicadas, la mayoría de votantes se opondrá a la amnistía, debido a que ellos sospecharán, y en este caso realmente será una sospecha razonable, que la próxima voluntad de amnistía no será la última. El rechazo de los votantes para confiar en los políticos que han perseguido este asunto por años es el quid del problema. Cada año de demora adicional lo hace más difícil de resolver.   

Liberación y  amnistía

Tan pronto como las tres partes, aplicación, liberación y amnistía, estén en vigor, puede ser puesto al público un fuerte caso para un mejor sistema de inmigración de E.U. Esto seguramente ayuda a que  demócratas y republicanos puedan llegar a términos sobre el asunto.  Los partidos han cooperado hasta el momento, no en guiar a una mejor política, sino en engañar a los votantes y dejar una insana postura política.

La cifra

10

 Millones de inmigrantes ilegales.  Es la cantidad de indocumentados que han sido aprehendido y deportados a sus países de origen.  Por eso los  votantes sienten que a ellos se les ha mentido.    

El objetivo no es prevenir moratoria sino detener el contagio

El objetivo del paquete de rescate acordado por Grecia no puede  haber sido creado  para prevenir una moratoria. Por toda la intimidante austeridad y reforma estructural que esto requiere, los números no cuadran. El principal propósito que yo puedo detectar es el reverso del aumento en los rendimientos de los bonos griegos, así como detener el contagio.

No podemos criticar este acuerdo de Atenas. La eurozona no hubiera podido sobrevivir de otra forma. Esta columna habría sido un obituario. Yo estoy muy contento en denotar que los que están a cargo dieron una respuesta positiva a una pregunta que yo planté la semana pasada, la cual fue, si las autoridades lograrían ponerse por delante de la situación, lo cual hicieron, y merecen el crédito.

Pero, a pesar de la buena disposición de aceptar la austeridad extrema, Grecia no lo logrará sin cierta forma de perdón de deuda. Yo puedo entender por qué el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea no quisieron abrir esa lata de gusanos en este momento, ya que esto habría prolongado las negociaciones. En medio de una aguda crisis del mercado de bonos uno tiene que manejar las expectativas muy cuidadosamente.

Sin embargo, eventualmente será necesaria una reestructuración de deuda, debido a que la deuda de Grecia hacia la proporción del producto interno bruto está yendo en aumento desde su actual 125% hasta alrededor de 140-150 por ciento durante el periodo de ajuste. Sin una reestructuración, Grecia terminará austera, conformista y endeudada.  La decisión de sacar a Grecia de los mercados de capital por tres años prevendrá la ruina inmediata, pero tiene sólo un impacto marginal sobre la futura solvencia del país. La subyacente suposición del contrato es que Grecia puede sostener la austeridad más allá del límite de tiempo del acuerdo, sin caer en un hoyo negro.  Lo último es particularmente optimista.  

Standard & Poor’s, la agencia de clasificación crediticia, la semana pasada estimó que Grecia no retornaría a su nivel del 2009 del producto interno bruto nominal, sino hasta el año 2017.

Las claves

1.  Liquidez

El tamaño total del límite de liquidez para Grecia, Portugal, España, Irlanda y posiblemente Italia, puede ascender entre €500 millardos (US$665 millardos, £435 millardos) y €1,000 millardos. Todos esos países que están enfrentando incrementos en las tasas de interés al mismo tiempo justo cuando ellos están de todas formas en recesión o tambaleándose.  El sector privado en algunos de esos países  no es viable a tasas más altas.

2.  Solución

¿Cuál es el fin del juego de la crisis múltiple de la eurozona? Para Grecia será la reestructuración de la deuda, un término agradable para la moratoria negociada.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE  ROSANNA CAPELLA

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