Los empresarios constructores, últimamente han pegado el grito al cielo, porque la devaluación del peso, que ha llegado al 83% en los meses de enero y febrero de este año, los ha quebrado casi a todos.

Los constructores de viviendas y locales comerciales se han quejado también de que tienen todas sus obras paralizadas, porque los costos de producción del sector se han incrementado entre un 150 a un 200%.

En efecto, según las estadísticas suministradas a esta sección por la Cámara Dominicana de la Construcción (CADOCOM), los costos de los materiales para edificar viviendas unifamiliares, han reflejado un incremento considerable por el orden del 73%, en el período comprendido entre diciembre del 2002 al mismo mes del 2003, de acuerdo con el índice de precios de esa entidad.

Cabe señalar que las estadísticas de CADOCOM son las únicas elaboradas en el país que, con una sólida base científica, reflejan lo más cerca posible la realidad de la industria, de acuerdo con sus representantes.

[b]QUIEBRA TOTAL [/b]

José Rodríguez Cáceres, presidente de la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (ACOPROVI), advirtió que «el país está quebrado y por tanto, los constructores también lo están».

«Por ello, uno entra o pasa por cualquier plaza o zona comercial y ve el letrero «se vende», lo que es una muestra fehaciente de que el país está quebrado y sumido en una grave crisis económica», se queja el presidente de ACOPROVI, sin ocultar un dejo de pesadumbre.

Con los ojos aguados, Rodríguez Cáceres revela, además, que «personalmente he perdido más de US$2 millones, es decir más de RD$100 millones en el último año, por la parálisis que afecta la industria desde el 2003».

Según sus palabras, el 80% de las construcciones de viviendas y locales comerciales está paralizado. «Solo basta con echar una ojeada a cualquier ciudad o sector del país y en ellos se puede apreciar que no se están erigiendo nuevos proyectos de viviendas y los que han sido iniciados están paralizados y sus trabajadores ociosos”.

De acuerdo con sus palabras «los socios de ACOPROVI teníamos varias obras que queríamos iniciar y que, inclusive, estaban vendidas. Sin embargo, cuando se elaboró el presupuesto para construirlas, en diciembre pasado y se contrataron las empresas para su construcción, sobre la base de un presupuesto calculado a RD$30.00 por US$1.00, y en enero el dólar se puso a RD$55.00 por US$1.00, para una devaluación de un mes a otro que alcanzó un 83%, se quedó trastornado el presupuesto”.

[b]ALZAS DE MATERIALES[/b]

El presidente de ACOPROVI afirma que todos los insumos que se utilizan en la construcción subieron considerablemente, tales como la varilla, los blocs, el cemento y los intereses de los préstamos hipotecarios para la obtención de viviendas.

Para Rodríguez Cáceres, esta situación imposibilita que haya rentabilidad en la actividad de producir viviendas para la venta.

«Por esta causa, cuando se terminen los proyectos ya iniciados y que están paralizados y también se finalice de vender el inventario de los proyectos terminados, entonces los precios buscarán los altos niveles de sustitución».

Estos son, a su juicio, los factores fundamentales que han provocado que la construcción para la venta de unidades de viviendas y locales comerciales, esté totalmente paralizada.

Según Rodríguez Cáceres por esta situación más del 80% de las personas que estaban trabajando directa o indirectamente en los proyectos, han perdido el empleo.

[b]COSTOS DE PRODUCCIÓN[/b]

Según sus palabras, de enero del 2003 al mismo período del 2004, el costo de insumos básicos como la varilla, el bloc y el cemento, ha recibido incrementos por el orden del 200%, 100% y 260%, respectivamente.

«Lo que quiere decir que el costo de producción de una vivienda o local comercial, ha aumentado entre un 150% a 200%», afirmó.

Aunque los constructores agrupados en la entidad no han cuantificado los proyectos que hay paralizados, Rodríguez Cáceres afirma que sí han calculado que sólo un 10% de los proyectos que había el año pasado en ejecución, todavía se están construyendo y que la reducción en la construcción de los locales comerciales, es todavía mayor.

Rodríguez Cáceres revela, además, que el 85% de las personas que están comprando viviendas y locales comerciales en estos momentos, son dominicanos residentes en el exterior.

[b]PAPEL DE LAS ASOCIACIONES[/b]

Para Rodríguez Cáceres, las asociaciones de ahorros y préstamos han jugado un papel importante de apoyo al sector productor de viviendas, en estos momentos difíciles.

«Nos han apoyado y entendido cuál es la circunstancia de la crisis y creo que deben tener todavía más conciencia de que el negocio de las asociaciones depende fundamentalmente de que podamos recuperar el sector productor de viviendas», añadió.

A su juicio, “las asociaciones han entendido que somos parte de un sistema que no es solamente de ahorros y préstamos, sino también de producción de viviendas del sector privado y que jugamos un papel fundamental en la actividad económica del país”.

A su entender, cuando las condiciones económicas sean las apropiadas, estas entidades volverán a dar un apoyo significativo al sector constructor de viviendas.

Sin embargo, Rodríguez Cáceres entiende que las asociaciones podrían ser más ágiles en la concesión de los préstamos, «que es uno de los factores que más nos afectan con esta devaluación del peso, porque cuando dilatan el proceso de aprobación, firma y desembolso de los préstamos, agravan la difícil situación que estamos pasando».

Sin embargo, el empresario constructor dijo tener fe en el pueblo dominicano «y de la única manera que podemos salir de esta crisis es trabajando, combatiendo la corrupción y a los corruptos y sabiendo que esta situación, de cualquier forma pasará y llegará el momento de que todos a una buena vez, nos pongamos a trabajar para rescatar el país de esta situación calamitosa», expresó el presidente de ACOPROVI.