El terrorismo de los impuestos

El terrorismo de los impuestos

POR ELADIO URIBE
Con el tema nuevos impuestos o reforma fiscal “compensatoria” por lo que “dejara de entrar a las arcas publicas” debido al acuerdo de libre comercio RD-CAFTA, el gobierno, con su bastón aliado el Fondo Monetario Internacional, ha logrado completar un paquete terrorífico que mete tanto miedo como las amenazas frecuentes a Estados Unidos y otros países de Bin Laden y su agrupación.

A pesar de la publicitada confianza que se dice ha generado el control de la tasa de cambio y las otras medidas tomadas por el equipo económico del gobierno, cada día mas gente aumenta su incredulidad en la gestión gubernamental dominicana. Esa incredulidad no se manifiesta por simples enfoques partidarios, no es cuestión de color. Es de hambre y de trabajo. Tiene que ver con las dudas que siembra en la población más pobre, clase media incluida, el reiterado mercadeo oficial, prometedor de mejores tiempos y servicios una vez puesta en marcha la reforma fiscal introducida a través de la Cámara de Diputados. 

Cuando uno esta en cualquier grupo, formal o informal, palpa de inmediato el nerviosismo, la desilusión, la rabia, la queja y la desesperanza. Todos comentan que sólo ven oscuridad después del túnel porque si con la situación  que ya tenemos, nos van a obligar a pagar mas impuestos, la miseria tiene un claro sentido de crecimiento nacional.

El denominado Diálogo Nacional ha apuntado a la necesidad de la aprobación del RD-Cafta y al mismo tiempo, a obtener mediante otras fuentes impositivas, los ingresos que se dejaran de recibir por eliminación del recargo cambiario, etc., etc. Esto sin embargo, parece contradecirse con los grandes logros que en materia de recuperación económica y de mayores ingresos han venido predicando el Gobernador del Banco Central y el Director General de Impuestos Internos. Por lo que dice el Lic. Juan Hernández, entonces el gobierno está teniendo un superávit de ingresos muy significativo en relación con lo que se logró recaudar en el gobierno anterior, gracias a las medidas puestas en marcha para reducir la evasión tributaria. ¿No es ese aumento del ingreso una compensación real y adelantada a las cargas que elimina el RD-Cafta? ¿No es correcto entonces, hacer más eficientes los métodos de cobrar a los que no pagan o pagan menos de lo que les corresponde que venderles mas caro a los fieles y puntuales pagadores,  evitándonos a la mayoría el “terror” de ser más pobres cada día? 

¿Por qué si ya pagamos tantos impuestos nos a va aumentar el ITBI? ¿Por qué quieren llevarse el  ya reducido interés que recibe una persona por algunos míseros ahorros en una entidad bancaria, mientras por todas partes oímos que muchos “señores” disfrazan sus ingresos para no pagar los impuestos como Dios manda? De verdad que no entiendo.

Trabajar la credulidad de la administración publica haciendo que cada cual cumpla sus responsabilidades legales, morales y  sociales, es una mejor forma, aunque al parecer mas difícil, de generar confianza y recursos que nos liberen de las emergencias impositivas constantes, que podrán generar mas dinero; pero no nos harán mas eficaces ni como Estado ni como colectividad. En un proceso donde desaparecen, por las grandes cargas, las micro y medianas empresas, donde aumentan los deseos de irse a vivir a otros países, donde a pesar de “solidaridad” hay mas pobres y mas desconfianza y donde mas impuestos se encaminan a disminuir las ventas, tan solo avanzamos retrocediendo.

A todo esto agréguele la falta de credulidad política y el hecho de que nuestros últimos gobiernos no han generado la suficiente calidad como para tener fuerza independiente de decisión. Por eso, cada medida que van a tomar, para hacerse posible o al menos “dejarla pasar”, debe estar apoyada en muletas muchas veces alejadas de las estrategias y los sentimientos del gobierno que corresponda. Por demás, una gran parte del tiempo de trabajo se dedica a echarle la culpa al que se fue, en lugar de poner en marcha los planes y proyectos prometidos y esto sólo logra aumentar nuestros miedos y los tiempos perdidos. Gestión de buen gobierno, entre otras cosas, significa dejar a un lado las lamentaciones y dedicarse a crear el progreso por la vía del trabajo y la institucionalidad.

El compromiso gubernamental implica poner fin al “ciclo de vida” de los problemas dejados por la gestión anterior, tomando en cuenta que las acciones de hoy, si se quedan en la cotidianidad,  pueden tener  consecuencias no deseadas en el futuro.

Los impuestos son el cuco numero uno de la débil esperanza nacional. Nos amenazan mas que los “apagones”, mas que las debilidades de nuestro sistema escolar, mas que las malignas huelgas de los médicos, mas que las diatribas de los partidos políticos. Ya ha generado división en los grupos de empresarios. El miedo a reducir el poder de compra con los emolumentos que recibe o a aumentar su nivel de pobreza, crea en la gente una desazón capaz de llevarle a la muerte o de generar mas delincuencia. Si esto no resulta así, me comprometo a pedirles excusas al Presidente de la Republica y a muchos otros amigos que están en el gobierno. Mientras tanto, estoy aterrorizado con todo lo que esta pasando.

uribeeladio@hotmail.com

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