París. El terrorista que causó 84 muertes el pasado jueves en Niza tenía en su ordenador desde hace pocas semanas imágenes extremadamente violentas de crímenes perpetrados por el Estado Islámico (EI) como decapitaciones, así como fotos de líderes yihadistas como Osama bin Laden o Moctar Belmoctar.
El fiscal de la República, François Molins, explicó en una comparecencia ante la prensa que hasta el momento no se ha encontrado ninguna prueba de que el tunecino Mohamed Lahouaiej Bouhlel hubiese jurado lealtad al EI ni que tuviese contacto con ningún miembro de esa organización.
Según Molins, Bouhlel había mostrado un “interés cierto pero reciente” por el movimiento yihadista, y destacó que “la radicalización puede producirse más rápidamente cuando va dirigida a mentalidades perturbadas».