El tiempo apremia

El tiempo apremia

La proximidad de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio, conocido ampliamente por las siglas de su nombre en inglés DR-CAFTA, impone a las autoridades dominicanas justificadas prisas pues el país tiene hasta el 14 de noviembre –quince días a contar desde hoy– para completar los requisitos necesarios para nuestra inclusión en la aplicación práctica de este arreglo multilateral.

Quedan por concluir aspectos medulares, entre los cuales hay que citar la reforma fiscal y completar el consenso necesario con todos los sectores empresariales y comerciales.

El consenso parece bien encaminado y para los próximos días está programado un encuentro, liderado por la Secretaría de Estado de Industria y Comercio (SEIC), para incorporar a representantes del sector empresarial a las comisiones de trabajo del tratado.

Inclusive, se ha sabido que el Presidente Leonel Fernández tiene en sus manos una propuesta del secretario de Industria y Comercio, licenciado Francisco Javier García, para que se celebre aquí una reunión de ministros de comercio de los países comprometidos en el tratado, incluyendo al de Estados Unidos, Carlos Gutiérrez, similar a la efectuada recientemente en El Salvador y a la cual, en principio, tenía previsto asistir el Presidente Fernández. Esta reunión ministerial es de vital importancia para revisar y afinar aspectos operativos y administrativos del DR-CAFTA.

–II–

Ahora bien, aunque ha habido encuentros auspiciosos entre funcionarios del sector económico del Gobierno, integrantes de la Comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados y dirigentes del opositor Partido Revolucionario Dominicano (PRD), que tiene mayoría en el Congreso, todavía no hay señales muy claras de lo que se hará con el proyecto de reforma tributaria, una propuesta de legislación imprescindible en cuanto al Tratado de Libre Comercio y el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Los legisladores, y en particular la Comisión de Finanzas de la Cámara de Diputados, así como los partidos con representación congresional, han expuesto su inclinación por aprobar la reforma, pero con modificaciones. El Poder Ejecutivo, por su lado, condiciona aceptar las enmiendas a que se mantengan invariables los topes de ingresos previstos en el proyecto original.

De todos, el tiempo avanza y la brevedad de los plazos aconsejan que se actúe con la presteza necesaria en la definición de estos puntos.

Hay un clima propicio para entrar de lleno en la vigencia del DR-CAFTA y ello se debe a una idónea interlocución entre el Gobierno, a través de la SEIC, las diversas organizaciones empresariales y representantes de sectores de la sociedad que han tenido, y tienen, participación en los trabajos. El país tiene un alto compromiso con el Tratado de Libre Comercio y hay muchas voluntades interactuando  para que su vigencia nos beneficie, pero los plazos se acortan y hay que apurar el paso.

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