El TLC genera dudas

El TLC genera dudas

WASHINGTON (AFP) – Varios senadores estadounidenses expresaron serias dudas sobre las bondades del TLC negociado con Centroamérica y República Dominicana en su primera audiencia legislativa celebrada el miércoles, lo cual refleja las dificultades que tendrá la Casa Blanca para ratificar el acuerdo. La mayoría de los senadores presentes en la audiencia del Comité de Finanzas dijeron estar preocupados por una eventual pérdida de empleos en el sector agrícola estadounidense.

Tanto republicanos como demócratas plantearon que el CAFTA perjudicaría especialmente a la industria azucarera.

Otros pronosticaron que a raíz del tratado, el gigantesco déficit comercial estadounidense seguirá creciendo, o que los pobres campesinos centroamericanos se verán inundados por productos estadounidenses y eso a su vez implicará una mayor inmigración ilegal a Estados Unidos.

«Tengo serias preocupaciones sobre este acuerdo», dijo Max Baucus (demócrata, Montana), que fustigó al gobierno de George W. Bush por no defender más activamente la ratificación del CAFTA.

«Sin liderazgo presidencial, este acuerdo enfrentará una batalla muy cuesta arriba» en el Congreso, estimó Baucus, que sugirió que aún no ha definido su voto.

El demócrata Kent Conrad (Dakota del Norte) sostuvo que si es aprobado, el CAFTA «devastaría a toda la industria» azucarera, porque además de permitir la entrada de 100.000 toneladas métricas de azúcar dominicana y centroamericana, sentaría un precedente en la negociación actual de otros TLCs que implicarían la entrada de hasta 500.000 toneladas métricas de azúcar a Estados Unidos.

«Esto haría colapsar el precio aquí y destruiría el programa azucarero», vaticinó Conrad, que subrayó que 146.000 estadounidenses trabajan en el sector.

La republicana Olympia J. Snowe (Maine) dijo dudar de la voluntad del gobierno de Bush para hacer aplicar de manera agresiva los acuerdos de libre comercio, y al igual que su correligionario Jim Bunning (Kentucky), planteó su preocupación de que Centroamérica comience a importar tela e hilo de terceros países, en vez de Estados Unidos, para fabricar vestimenta en sus maquiladoras y exportarla luego aquí con arancel cero.

El CAFTA prohíbe dichas transacciones, se defendió Peter Allgeier, representante de Comercio interino, que señaló que el CAFTA «no es una amenaza para los productores textiles de Estados Unidos sino un elemento crítico en la habilidad de nuestra industria doméstica de competir con Asia» tras el fin de las cuotas textiles mundiales a partir de 2005.

Una camiseta fabricada en Honduras contiene probablemente más de 50% de materia prima estadounidense, mientras una hecha en China posiblemente casi no tiene contenido estadounidense, precisó.

Sobre el azúcar, Allgeier insistió en que los montos que entrarían bajo el CAFTA son «minúsculos», y que el aumento de las importaciones de azúcar en su primer año equivalen a una cucharadita y media por estadounidense por día. Los estadounidenses consumen en promedio entre 10 y 20 cucharaditas de azúcar diarias.

«Las afirmaciones de que el CAFTA dañará a la industria azucarera estadounidense simplemente son incorrectas», afirmó.

El senador Chuck Grassley (republicano, Iowa), presidente del Comité de Finanzas, hizo una fuerte defensa del CAFTA, y dijo que un voto en su contra «es un voto para el status quo».

«El CAFTA nivela la cancha, elimina barerras injustas a nuestras exportaciones agrícolas y les da a nuestros agricultores una oportunidad de competir en un mercado creciente y vibrante de más de 40 millones de consumidores», afirmó.

El CAFTA-DR ya ha sido ratificado por los Congresos de Guatemala, Honduras y El Salvador.

Haría permanentes los beneficios arancelarios que la región tiene unilateralmente en el marco de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe (ICC). También eliminaría los aranceles sobre más del 80% de las exportaciones estadounidenses de bienes de consumo e industriales. El 20% restante sería eliminado gradualmente en 10 años.

El CAFTA crearía la segunda área comercial para las exportaciones estadounidenses en América Latina, con un comercio bilateral de unos 32.000 millones de dólares al año.

TLC AYUDARA PAÍSES

WASHINGTON (AP) _ La ratificación del tratado de libre comercio para Centroamérica y República Dominicana proveerá el «largamente esperado impulso al desarrollo»» en esos países, dijo el miércoles el Fondo Monetario Internacional.

aEse impulso es ahora más indispensable debido a la reciente eliminación de las cuotas en el comercio mundial de los textiles, que puede perjudicar a varios países del acuerdo conocido como CAFTA-RD, dijo el FMI en su Panorama de la Economía Mundial-Abril 2005.

El tratado incluye a Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala y República Dominicana como contraparte de Estados Unidos. Ha sido ya ratificado por tres de los países latinoamericanos y será sometido a partir del miércoles a audiencias en el Congreso estadounidense, donde se espera una fuerte oposición.

El FMI hizo notar, sin embargo, que para maximizar los beneficios de ese tratado se requiere de aceleradas reformas estructurales, apoyadas por políticas fiscales y monetarias firmes, así como encarar los retos de competitividad en los mercados más importantes de sus exportaciones.

Centroamérica, según el Fondo, tuvo un crecimiento del 3,5% en el 2004, el mismo registrado en el año previo. Para el 2005, el índice bajaría al 3,2%, pero subiría ligeramente a 3,4% en el 2006, año en que se esperaría ya la vigencia del CAFTA-RD.

Comparativamente, el Caribe ha logrado un desarrollo del 2,1% en el 2004 y se proyecta a 3,0% este año y 5,0% en el 2006.

El Mercosur, donde se encuentran las economías más grandes de Sudamérica, ha crecido 6,1% en el 2004, se proyecta a 4,4% en el 2005 y 3,7% en el 2006.

La región andina tuvo un crecimiento de 7,3% en el 2004, con proyección de 4,2% para el 2005 y 4,0% para el 2006.

Las restricciones cuantitativas que habían estado limitando el comercio textil en los últimos 40 años fueron eliminadas el 1 de enero pasado, al cumplirse un periodo de transición de 10 años establecido en 1995 en el nuevo contexto de la Organización Mundial de Comercio.

La expiración de las cuotas afectó la participación de los países en desarrollo en el mercado mundial. Los países centroamericanos han dicho que resultarán afectados y que su lugar en el mercado estadounidense puede ser ocupado por China sino se aprueba el CAFTA-RD.

Sólo Estados Unidos y la Unión Europea representaban más de la mitad de los 400.000 millones de dólares en las importaciones mundiales de textiles en el 2003, y los países en desarrollo casi dos tercios de las exportaciones mundiales.

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