El tono enérgico que hacía falta

El tono enérgico que hacía falta

El Presidente Danilo Medina ha hablado en tono enérgico, para advertir a los depredadores de bosques que serán perseguidos. Ese tono enérgico hacía falta, entre otras cosas, porque compromete a la autoridad a romper la pasividad y la tolerancia conque se ha manejado el daño ecológico dejado por la acción humana no perseguida. Y falta, también, una revisión de las sanciones correspondientes a cada infracción relacionada con la tala de árboles, producción de carbón, extracción de materiales de los ríos, las siembras prohibidas en laderas y la perforación de pozos en los nacimientos de los ríos.
Las prácticas humanas están causando daños en algunos casos irreversibles al ambiente. No hay manera de revertir los procesos de aniquilamiento que han hecho desaparecer decenas de ríos por causa de la destrucción de sus lechos y la deforestación. Cada vez son más graves los pasivos ambientales dejados por la actividad humana, y eso no puede castigarse con tantos o cuantos salarios mínimos, o con otras sanciones ridículas.
Nos hemos pasado mucho tiempo denunciando las prácticas contra el ambiente, y por fin hemos escuchado una expresión enérgica que suponemos será acompañada por acciones también enérgicas contra la destrucción del ambiente, sin discriminar castas ni rangos a la hora de aplicar la ley.

Más cobertura a la salud mental

Aparte de que los enfermos mentales circulan por doquier sin que el Estado haga algo por ellos, las enfermedades mentales no están cubiertas en la seguridad social, a pesar de que se trata de trastornos de salud como otros. Es un problema mortificante tanto para las familias con pacientes mentales como para los siquiatras. La ley de seguridad cometió en este ámbito una de sus exclusiones más graves, porque deja sin amparo a un tipo de paciente muy especial.
Es necesario reconsiderar esta exclusión para consignar en la ley de seguridad social rangos de cobertura para los enfermos mentales. La medicina siquiátrica es generalmente costosa y esa es una circunstancia mortificante para cualquier familia que tenga uno o más de sus miembros afectados por trastornos mentales.

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