El trabajo sexual, comentarios sobre medidas recientes…

El trabajo sexual, comentarios sobre medidas recientes…

La prostitución no debe ser considerada como una actividad aislada, que pueda analizarse dentro del universo cerrado de su concreción” (Juliano 2002: 10).

El trabajo sexual está enraizado en nuestra cultura desde una lógica  sistémica, estructural y de relaciones desiguales de género en la oferta y demanda.

La oferta incluye a: hombres, mujeres y transexuales que se insertan en el trabajo sexual por factores socio-económicos y culturales desde la pobreza, vulnerabilidad, abuso sexual, prácticas culturales asociadas a la sexualidad y “favores sexuales” con intercambio monetario y no-monetario. En la oferta tenemos estratos pobres, medios y altos.  Las fronteras entre trabajo sexual formal y trabajo sexual espontáneo, ocasional, informal y transaccional son difusas e incluyen a todos los estratos sociales.

La demanda de trabajo sexual proviene de: hombres, mujeres y transexuales que buscan placer sexual a  cambio de transacciones económicas que pueden ser ocasionales, temporales o fijas. La  demanda puede ser:

– Individual (una persona que puede ser hombre, mujer o transexual)

– Parejas (matrimonios heterosexuales que solicitan los servicios sexuales de mujeres, hombres y/o transexuales para realizar tríos)

– Grupos de personas que demandan servicios sexuales de individuos/as, parejas o grupos de mujeres, hombres y/o transexuales.

La medida anunciada recientemente por la Procuraduría General de la República apoyada por la Jefatura de la Policía Nacional que sanciona a hombres que demandan sexo en las calles, dirigida a la condena al proxeneta,  resulta apresurada y equívoca desde nuestra opinión. No toma en cuenta  la complejidad del fenómeno del trabajo sexual, su diversidad, causas, matices y espacios en estratos pobres, medios y altos. La misma debe ser revisada porque afecta a la población más vulnerable, las trabajadoras sexuales de la calle, son las más pobres y desprotegidas, viven del trabajo sexual porque no tienen otras opciones de ingresos. 

El trabajo sexual trasciende el escenario-calle y está presente en múltiples lugares que incluyen: bares, casinos, discotecas, restaurantes, car-wash, cafeterías, cadenas hoteleras de una-cinco estrellas, casas de citas, lugares de baile exótico,  supuestos “centros de masajes”,  una gama amplia de espacios turísticos y de diversión. En muchos lugares del país se mezcla el trabajo sexual con redes de explotación sexual-comercial, trata y tráfico de menores vinculadas a sectores de poder que deben ser investigadas y erradicadas en su ámbito nacional y transnacional.

Las medidas de intervención en fenómenos sociales complejos como el trabajo sexual deben elaborarse tomando como punto de partida un análisis profundo del contexto socio-económico y cultural, causas, escenarios y diversidad de actores presentes en su tejido social, sus vínculos con el ejercicio del poder así como sus raíces socio-culturales. 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas