El trasfondo de la chercha política

El trasfondo de la chercha política

Estamos sumergidos en una sociedad insólita pero alegre y bullanguera que se irrita cuando le ocupan los parqueos,no nos importa estacionarnos como quiera y matamos a las mujeres sin son reacias a ser sumisas. Ah!Además agredimos con mucha saña al prójimo con un acelerado aumento dela delincuencia y muertes en las calles. Y eso no es percepción que pregonan las autoridades. En definitiva trasladadas esas acciones antisociales e insólitas a la actividad política nos damos cuenta que la chercha política tiene como trasfondo a buscar posiciones y dinero en torno al poder aparte de la violencia agregada.
Ya la época en que los políticos, y en especial los jóvenes ilusionados que se enrolaban en esa actividad, perdieron la inocencia para darse cuenta que solo se trata de buscar el enriquecimiento a como délugar. Los años en que los teóricos universales de la política influían en todos los jóvenes y de lo cual los dominicanos no nos escapamos si superamos la década de los 70 años de la existencia. Se creía en la buena fe que de repente dio lugar a regímenes que encadenaban a sus poblaciones a vivir en sus sociedades conformándose porque disfrutaban de salud asegurada y de buena educación por igual. Sin embargo la libertad de tránsito y expresiónles fuecercenada para regular susmovimientos a conveniencia del partido.
Y ya en pleno siglo XXI vemos las barbaridades de un retroceso social como lo que ocurre en Venezuela,que empobrecida cada día por el nefasto sistema, ha obligado a un éxodo de miles de venezolanos para sobrevivir en los países vecinos. Por lo general los que se marchan por su preparación y disposición encuentran rápidamente un nicho de trabajo en los países receptores como ocurre en Dominicana. Esta cuenta ya con una apreciada migración de las montañas y llanos del país de Simón Bolívar. Así se expresa claramente la nefasta orientación de un sistema ignorante y pretendiente de recrear lo que Cuba no ha podido hacer en 60 años de socialismo fracasado.
Y esa migración venezolana ha llegado al país muy similar al de ellos en cuanto al acelere que existe en el sector de la población envueltos en la actividad política. De repente se topan con una chercha muy similar a la que una vez existió en Caracas por las acciones que protagonizaban los adecos y copeyanos. Aquí no se quiere que existan controles para estar como chivos sin ley faltando dos años para los comiciosdel 2020. Las calles se ven perturbadas con una masiva actividad política, que en los fines de semana se ven arropadas de vallas, banderines y de coloridas multitudes, que avivadas por el consumo de alcohol, muestran su entusiasmo esta vez por el candidato que por cuarta ocasión aspira a ocupar el Palacio Nacional. Él y sus seguidores pretenden pisotear las regulaciones de la Junta Central Electoral que establece de cómo se debe hacer el proselitismo en la presente etapa. Esa campaña prematura con un despliegue de recursos, que muchos sospechan de dónde proviene pero nadie lo señala, es una acción precipitada para no verse desplazados y poder convencer a la ciudadanía de la bondad de sus propósitos. Estos están vacíos de todo contenido y de formas concretas de un mejor ordenamiento social ode propuestas de programas reales de enderezar el rumbo errático de la Nación. Solo se busca engatusar y dejar en el ánimo de los seguidores que se volverá a un derroche más desmesurado que el actual.
Por eso fue muyacertado que la Junta Central Electoral les frenara esos entusiasmos al aire libre de una acelerada labor motivacional como si buscaran un desenlace distinto al de mayo del 2020. El desborde del entusiasmo político fue muy bienadvertido por la JCE que emitió su comunicado muy acertado y oportuno. Y como tenía que suceder, los mas afectados gritaron y acusaron a los miembros de la JCE de provocar un perjuicio a su pupilo para favorecer a otra parcela del partido oficialista. De ahí que el fuerte aspirante a candidato oficial del PLD, junto con sus voceros mas señeros, se les soltó el seguro de la lengua y despotricaron para terminar diciendo que no acatarían el mandato de la JCE. De manera que se coloque a la JCE en necesidad de recurrir a la represión legal que les permite la ley. Sería una oportunidad de ver si la JCE tiene el suficiente coraje de hacer cumplir un mandato que le otorgan la Constitución y leyes en sus obligaciones para fines electorales.

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