El Tratado de Libre Comercio no es suficiente

El Tratado de Libre Comercio no es suficiente

En varias ocasiones miembros de la Oficina Especial para la Negociación del Tratado de Libre Comercio entre la República Dominicana y Estados Unidos de América han hecho mención de lo importante que el mismo puede llegar a ser para el crecimiento futuro de nuestra economía y, particularmente, para nuestra industria.

Y probablemente no existan muchas dudas al respecto. Han citado como ejemplo el ingreso de España a la entonces Comunidad Económica Europea, en 1986. Pero España no es un buen ejemplo.

Empresarios y economistas sensatos son conocedores de la importancia de la ampliación de los mercados, pero también son conscientes que el mismo tiene fallos importantes en su funcionamiento. Fallos que no permiten que por sí solo el mercado pueda corregir diferencias de tamaño entre economías, de formación e información, de acceso a la tecnología o al capital. Precisamente por la existencia de estos fallos, en el proceso de construcción de un mercado ampliado y único como el que constituye la actual Unión Europea, se pusieron en marcha una serie de instrumentos que contribuyen a corregir estos fallos. Y España ha sido una beneficiaria neta de estos instrumentos, al igual que Irlanda, Grecia y Portugal.

Para entender porque España no es un buen ejemplo para explicar el efecto que tiene por si solo la ampliación del mercado en el crecimiento de la economía, solo basta citar algunos de los instrumentos desarrollados para lograr una mayor integración y coherencia de estos mercados, como son los Fondos Estructurales o los Fondos de Cohesión. Ambos fondos son transferencias unilaterales del presupuesto de la Unión Europea destinados a financiar la mejora y creación de infraestructura y fortalecimiento de las capacidades de los recursos humanos, repercutiendo de forma positiva en la productividad y competitividad de esta economía.

No son créditos de largo plazo. Es un mecanismo de compensación por acceso al mercado. Solo de 1994 al 2006 España recibirá fondos por 102,054 miles de millones de euros, para ser destinados a diferentes conceptos. Es decir, una media anual de 8,029 miles de millones de euros, equivalentes al 1.8% de su Producto Bruto Interno, para el 2003. Es como si la República Dominicana recibiese transferencias por 385 millones de dólares anuales en los próximos 12 años, según valores del 2002. Por lo que, si tomásemos como ejemplo el ingreso de España al mercado europeo, es evidente que el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos por si solo es insuficiente para corregir diferencias importantes y lograr crecimiento en la economía.

El supuesto que subyace en los Tratados de Libre Comercio como el que actualmente negocia nuestro país con Estados Unidos, y que utiliza como referencia el recientemente negociado con Centroamérica y con Chile, no parte del supuesto de que el mercado tiene sus fallos. Simplemente asume que el mercado funciona. Que funciona bien. Y punto. Como economía pequeña este acuerdo nos enfrenta a un gran reto. Un reto que se refleja en la necesaria reconversión de nuestra industria y la imprescindible adecuación de las instituciones, sin más instrumento de apoyo que los recursos que seamos capaces de generar por sí solos. Y quizás con alguna ayuda de las ventajas comparativas.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas