El trigo, un claro en las nubes para la economía argentina

El trigo, un claro en las nubes para la economía argentina

vivir creer para crear EPA04 AUGSBURG (ALEMANIA) 26.02.08 Foto de achivo con fecha del pasado 20 de julio de 2007 que muestra el un campo de trigo de la localidad de Augsburg (Alemania). Los precios del trigo alcanzaron nuevos máximos hoy 26 de febrero de 2008 por el aumento de la preocupación por las menguantes reservas de trigo de primavera, según algunos informes. EFE/Karl-Joseph Hildenbrand

La artillería ha salido al rescate del presidente Mauricio Macri en su batalla por reactivar la economía argentina.
Los agricultores de granos podrían lograr rendimientos extraordinarios en diciembre, con una cosecha récord de trigo que aportará dólares de exportación e ingresos fiscales después de un año tumultuoso en el que la moneda argentina se ha desplomado y Macri tuvo que pedir ayuda al Fondo Monetario Internacional.
Los agricultores cosecharán 19,2 millones de toneladas métricas de trigo en las próximas semanas, un ocho por ciento más que el año pasado, según la Bolsa de Granos de Buenos Aires.
Gran parte del trigo se envía a procesadores en Brasil, el país vecino. Los envíos de trigo de Argentina tendrán un valor aproximado de US$3.000 millones, y los de cebada, adquirida por Arabia Saudita para alimentación animal, otros US$750 millones, dijo Gustavo López, consultor agrícola independiente.
Los dólares. Macri necesita esos dólares agrícolas e impuestos de exportación de alrededor del 10,5 por ciento para reducir los déficit comercial y presupuestario, indicadores clave para unos inversores aún nerviosos.

La austeridad fiscal y unas altísimas tasas de interés están calmando al peso, que ha perdido aproximadamente la mitad de su valor este año. Pero las medidas estrangulan una economía que se espera que se contraiga más del 2 por ciento. En este contexto, la agricultura está emergiendo como un rayo de esperanza para Macri, proporcionando un impulso muy necesario al producto interno bruto.

Los agricultores han realizado grandes apuestas al trigo y la cebada sembrados en invierno y otoño después de que la peor sequía en décadas frenase la producción de soja y maíz.
La próxima cosecha apuntalará sus finanzas, rescatando el ciclo de inversión estacional, dijo Eugenio Irazuegui, jefe de análisis de la corredora de granos Enrique Zeni SA.

A medida que las ganancias se reinvierten en la próxima ronda de siembra de soja y maíz, el “impulso agrícola” podría estimular una vuelta a un crecimiento moderado en 2019, escribieron economistas de Bradesco dirigidos por Dalton Gardimam en un informe.
Esto mejoraría las perspectivas para una reelección de la coalición de Macri, al calmar las preocupaciones de los inversores sobre una reversión de sus políticas promercado.

Los campos en el cinturón de cultivos de invierno en el sur de Buenos Aires y las provincias de La Pampa han resistido heladas y los rendimientos de trigo aumentarán un 13% interanual, según dijo la Bolsa de Granos de Bahía Blanca tras una gira agrícola de dos días la semana pasada.

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