Aunque la carne de chivo es una exquisitez gastronómica valorada por muchos dominicanos, su escasez y carestía la habían apartado de las mesas criollas; pero ahora retorna de manera abundante y con mejores precios a supermercados y otros puntos de venta.
El “chivo guisao”, el “chivo asao”, el chivo con coco, el “risotto” y las croquetas de chivo, acompañados lo mismo de chenchén, que de tostones o arroz con habichuelas, se encuentran ya no solo en el menú familiar, sino también en la carta de numerosos restaurantes.
Puede leer: Utiliza inteligencia artificial para generar modelos predictivos de enfermedades infecciosas
El “chivo guisao” es tan popular y está tan enraizado en la identidad culinaria nacional, que no falta en los grandes libros de cocina ni en los recetarios criollos en Internet. Y actualmente una iniciativa gubernamental busca convertir al chivo liniero, de exquisito sabor por su alimentación basada en orégano, en marca país.
El fin de la escasez, el aumento del consumo y la mejora en los precios, resultan del éxito de la primera etapa del Plan de Relanzamiento, Repoblamiento y Desarrollo del Sector Ovino-caprino de República Dominicana y de la novedosa campaña “Tamo en Chivo”.
Con ambas iniciativas, el Fondo Especial para el Desarrollo Agropecuario (FEDA) ha conseguido un incremento estimado en un 35 por ciento en la producción caprina, satisfaciendo la demanda con un preciado y nutritivo alimento cárnico de origen nacional. Además, trabaja para convertir al chivo liniero en marca país.
La institución no solo persigue satisfacer la demanda local y turística, sino también diversificar la oferta cárnica del país.