El triunfo de Leonel fue el de muchos

El triunfo de Leonel fue el de muchos

NUEVA YORK. Leonel Fernández concentró la mayoría de las intenciones políticas dominicanas y ganó, con abundante cantidad de votos, la presidencia de su país, la República Dominicana. Para el 16 de agosto está programada la instalación de su gobierno.

Con Leonel triunfó su Partido de la Liberación Dominicana (PLD); y ganaron también los partidos Revolucionario Dominicano (PRD) y el Reformista Social Cristiano (PRSC). Luciría como una paradoja (o un relajo) decir que el PRD también ganó, cuando oficialmente fue el partido que perdió el poder. Pero eso, tiene sus bemoles.

Hay que recordar que el presidente Hipólito Mejía, amparado por su bando, denominado Proyecto Político Hipólito (PPH) se valió del poder que ostenta para, mientras predicaba la unidad partidista, desunir su propio partido, en procura de su beneficio personal, y a ese manejo se prestaron varios perredeistas notables, quienes dicen ser personas serias, y quienes ahora, puede que escondan la cara, o quieran justificar de alguna manera lo que hicieron. (Los que suelen «esconder la cara» son personas quienes después de haber cometido hechos poco honrosos, luego les dan vergüenza).

El PRD institucional, ganó. Perdió «un ala» de ese partido; el ala en que se cobijaron los del PPH, y también muchos perredeistas respetuosos de su partido, quienes querían poner votos y los pusieron para evitar el debilitamiento de esa institución.

El PRD, personificado en su ex presidente, Hatuey De Camps, ganó. Y Hatuey, también ganó respeto entre sus partidarios; mantuvo el principio perredeista del antirreeleccionismo a rajatabla, y se enfrentó a los poderosos vientos gubernamentales. Luego, puede decirse ya, que Hatuey es el líder el PRD. Pues aunque lo quitaron de la presidencia del partido, para poner a Vicente Sánchez Baret, del comité de turiferarios de Hipólito, la gente sabe que eso fue «un trompo embollado»; sin consultar en lo absoluto con la dirigencia plena del partido, ni mucho menos con sus bases.

Ahora, los perredeistas tendrán que recomponer su cosa, para volver por la ruta en la que estuvieron caminando desde que el partido llegó a la ciudad de Santo Domingo, el 5 de julio de 1961.

Los del PRSC ganaron también. Eso se mide en la baja cantidad de votos que obtuvo su candidato presidencial, Eduardo Estrella a quien las encuestas le habían adjudicado un porcentaje mínimo de votos, y la cosa se le puso un poquitín más que peor, pues la votación obtenida fue más mínima de lo mínimo que habían dicho las encuestas.

Ganaron los del PRSC, que apoyaron a Leonel, con Jacinto Peynado a la cabeza; y con Carlos Morales Troncoso, entre otros. Ellos, piedras angulares del reformismo, apoyaron la candidatura de Fernández, pero sin renunciar al PRSC. La directiva de dicho partido los expulsó luego, pero tal expulsión como que no es tal, pues los ‘expulsadores’ cuentan con menos simpatías dentro de su propio partido, que Peynado y Morales.

No fueron pocos los reformistas que votaron por Leonel; como tampoco fueron pocos los perredeistas. Y ellos ofrecieron su voto a cambio de nada; sólo con la esperanza de que al país le lleguen tiempos de progreso, de cordura. Y de respeto público.

Resumiendo, las elecciones presidenciales del 16 de mayo sentaron el inicio de una nueva era en Dominicana; los quisqueyanos han aprendido y asimilado el valor del voto, y lo han usado, ya, sabiamente.

Leonel Fernández ha tenido el privilegio de iniciar una era en su país, con apoyo popular. No con el apoyo dictatorial que buscaba enantes su preceptor político, el ex presidente Juan Bosch, cuando proclamó una tesis marxista que luego él mismo se vio obligado a olvidarla.

Confiamos en que al doctor Fernández «no se le suban los humos a la cabeza» y que saque experiencia de su anterior mandato, y del mandato de Hipólito Mejía, a fin de que luego le sea bien difícil «meter la pata».

[b]Meditación[/b]

)Hace mucho que no conversas contigo mismo? (No juegues! Es posible que hayas dicho, y repetido muchas veces, que eres buena gente; que te quieres a ti mismo. Pero, )eso es verdad? Pues muchas personas buscan estar lejos de la soledad, y en ese afán se alejan de ellas, y no conversan consigo mismas, y su auto relación es baja. No hay que encaramarse en una montaña como hacían lo anacoretas, para encontrarse uno mismo. Puedes intercambiar ideas y afectos contigo… hasta bebiendo un trago. Porque hay gente que se tiene tanto miedo a sí misma, que teme darse un par de tragos a solas; buscan compañía… )para coger valor ante sí mismas?

Hasta el viernes, hermanos. Vade in pace.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas