Los resultados de una encuesta realizada a finales de abril por la firma Penn Shoen & Berlan dieron como favoritos en la preferencia electoral a los candidatos del Partido de la Liberación Dominicana. Otro escrutinio, el de la firma Asisa Research Group, realizado a principios de mayo, pronosticó el triunfo de los candidatos oficialistas en 30 de las 32 provincias del país.

Los más encumbrados dirigentes del Partido Revolucionario Dominicano, en vez de tomar muy en cuenta los resultados de esas indagaciones, procedieron a calificarlas de inconsistentes e imprecisas. Dijeron que disponían de otras encuestas que los daban como ganadores. Pero, llegó la hora de la verdad. El PRD, en vez de “avanzar en el 2010 para vencer en el 2012” acaba de experimentar una aplastante derrota en las elecciones congresionales y municipales recién celebradas. Por primera vez en la historia de su participación en elecciones congresuales, el Partido del jacho prendío no tendrá ninguna representación en el Senado de la República. Su oficina del bloque senatorial habrá de permanecer cerrada por el largo periodo de seis años o más. Ahora, el PLD tiene todo el poder: mayoría en ambas cámaras; control absoluto en el Consejo Nacional de la Magistratura y en la conformación de la Suprema Corte de Justicia; también, la facultad de designar a los miembros del Tribunal de Garantías Constitucionales, de la Cámara de Cuentas, de la Junta Central Electoral y del Tribunal Superior Electoral.

En un programa de televisión producido por voceros de Miguel Vargas Maldonado, le oímos decir a uno de ellos que el hecho de que Milagros Ortiz Bosch, Alfredo Pacheco, Jesús Vázquez y otros de los candidatos derrotados hayan alcanzado en los comicios recién pasados proporciones de votos más altas que las que lograron en pasados escrutinios, muestra que el PRD avanza. Esos sapientísimos señores pasan por alto que el avance se mide comparando las proporciones de unos con las de los otros.

¿Cuáles fueron las causas de la derrota del PRD?

Hechos como la firma del pacto para la reforma constitucional y la selección de los candidatos entre el presidente Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado, las reservas de candidaturas, y el despojo de las obtenidas en convenciones democráticas, tuvieron mucho que ver con la derrota del PRD en las elecciones recién celebradas.

La deplorable condición política en la que hoy se encuentra Miguel Vargas parece radicalizarlo de más en más. El presidente del PRD, en vez de admitir sus errores, atribuye la derrota de su partido al uso desmedido de recursos públicos de parte del gobierno y a las compras de votos. Y sin esperar el final del conteo de los votos, el político y hombre de empresas amenaza con pedir que se anulen los comicios en 12 provincias.

Don Miguel cálmese. En caso de que se vea precisado a renunciar a la presidencia de su partido, usted podría continuar militando en el mismo o retirarse de la vida política. Es que unas veces se gana, y otras veces se pierde. Y al final todo se convierte en polvo. La vida es así.